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Por mucho que las pasarelas sean las principales impulsoras de las tendencias más virales de cada temporada, ya no son, ni mucho menos, las únicas fuentes de inspiración. Sin ir más lejos, esta temporada hemos vivido cómo dos de las películas más taquilleras del año han forjado dos de los códigos estéticos más virales: el llamado mermaidcore, inspirado en la estética marina y en las sirenas, y el barbiecore, centrado en el color que se asocia irremediablemente a la muñeca más famosa de todos los tiempos.
Más allá del llamado screen style, las redes sociales se han convertido en el mayor hervidero de tendencias posible, dando vida a sus propias prendas virales desligadas de los dictados de las firmas. Cada verano surge a golpe de Instagram algún artículo que se convierte en el must por excelencia y, aunque aún queden días de verano por delante, este año ya parece haber unas claras vencedoras: unas bailarinas de crochet.
Las mismas se proponen en llamativos colores, con cuerdas para anudar alrededor del tobillo y, a pesar de ser de lo más llamativas, combinan fácilmente con todo tipo de prendas, convirtiéndose así en el único calzado capaz de hacernos dejar las sandalias de lado.
A la espera de ver si se convierten en una tendencia aún mayor, las bailarinas de crochetse han popularizado especialmente entre las expertas en moda españolas y portuguesas. Aunque la firma que las ha popularizado es Kashura, también pueden encontrarse en algunas de las tiendas españolas más pequeñas pero adoradas por las que más saben de moda, como Basyco Jerez, Zúa o Seasons by Macabla, entre otras.
