- Carolina de Mónaco: los 15 pendientes más bonitos del joyero de la princesa
- Pendientes de perlas nada clásicos para levantar hasta los looks más sencillos
Si había un complemento por el que Carolina de Mónaco sentía especial predilección durante su juventud, esos eran los pendientes de carácter maximalista. Bien fuera para completar sus estilismos de noche más elegantes, o para transformar por completo los looks casuales más sencillos, la princesa de Mónaco nunca se olvidaba de esta joya.
El carácter elevador de los pendientes es más que evidente. No solo actúan como parte indispensable en el estilismo, sino que tienen también la capacidad de potenciar ciertos rasgos de la cara o de elevar los peinados recogidos. De entre todos los pendientes que hicieron del joyero de Carolina de Mónaco algo icónico, existen unos que, casualmente guardan gran parecido con los que se han convertido en los pendientes favoritos del mundo de la moda.
De hecho, apenas hay estilista, editora o influencer que se haya resistido a ellos. Hablamos de los pendientes que combinan una perla habitualmente irregular, de carácter más natural, con una estructura de oro. Estos pendientes de carácter algo arty, aúnan lo mejor de lo atemporal de las perlas, con la elegancia del oro pero ponen un punto de actualidad con la forma.
La princesa de Mónaco elegía estos pendientes de perla nada clásicos para la gala SPA de julio de 1989. Igualmente, ese mismo año, Carolina lucía en más de una ocasión pendientes de perlas y oro que se salían por completo de la norma y que se convertirían en todo un referente de las tendencias en joyas de aquella década.
A día de hoy, estos pendientes son una constante tanto en el street style internacional como en las novedades de la firma, demostrando que son tan eternos como los de perla más clásicos.