¿Quieres que te cuente un secreto? Nunca lo sabrás. Este es el reclamo con el que I.AM.GIAse define a sí misma como marca en su propia web, aunque no ha podido cumplir exactamente su palabra. Como sacada de la cabecera de uno de los episodios de Gossip Girl -"Where she been?" "And Who am I?" "That's a secret I'll never tell" "You know you love me, XOXO"- hasta hace dos días, la carta de presentación de Gia nos dejaba con las ganas de saber algo más sobre la marca que ha conquistado a las prescriptoras de estilo del momento con una línea de ropa bastante asequible -ninguna de sus piezas cuesta más de 200 euros- y de marcadísimo estilo noventero, que bebe de la cultura suburbana y las más diversas referencias pop y cinematográficas.
Entre sus propuestas destacan por encima de las demás los pantalones inspirados en Carmen Electra, Christina Aguilera, Gwen Stefani o Kurt Cobain -los Cobain son los preferidos de Emily Ratajowski y Kourtney Kardashian- además de los conjuntos de cuadros que recuerdan inevitablemente al icónico y mil y una veces rememorado personaje de Alicia Silverstone en Clueless, el chándal ideado en honor de Cara Delevingne, los vestidos bautizados con nombres de modelos como Claudia Schiffer o Devon Aoki, así como una línea de tops en homenaje a Uma Thurman y Lucy Liu en Kill Bill, y una chaqueta superventas apodada como el director de culto por antonomasia: la Tarantino (en su versión de estampado de camuflaje es la preferidísima de Kaia Gerber). Un repertorio que se ha convertido en el objeto de deseo de celebridades e influencers en un tiempo tan récord como seis meses. Un periodo durante el que se ha podido guardar la identidad de su directora creativa...hasta ahora.
Cuando la estilista de Bella Hadid recayó en la cuenta de Instagram de I.AM.GIA, apenas un mes después de su lanzamiento, nadie sabía que la australiana Alana Pallister estaba detrás de este fenómeno. De hecho ells creó la marca junto a su hermana envolviéndola en un halo de misterio que le ha funcionado especialmente bien hasta ahora. Alana, que vive en una reserva natural alejada del mundanal ruido, justo al lado de la pequeña fábrica local donde confecciona toda su ropa, se escudó en la protagonista de su película favorita -Gia, basada en la vida de la supermodelo Gia Garangi y protagonizada ni más ni menos que por Angelina Jolie- para sacar adelante un proyecto anónimo basado en un personaje inventado que jamás pensó que iba a funcionar tan bien en tan poco tiempo y sin necesidad de ponerle nombre ni cara a su impulsora.
