Cada semana, Zara actualiza su página web con nuevas prendas y accesorios que dictan las tendencias de la industria low cost. Nuevos estampados, tejidos o combinaciones que hasta ahora solo habíamos visto en pasarela, pero que se materializan y llegan a nuestros ojos en prendas mucho más asequibles. Esta vez, hay dos elementos que reinan sobre el resto: el color amarillo y el cuadro vichy.
Si bien es cierto que este cuadro en blanco y negro reinó en las calles de todas las ciudades la pasada primavera, este año repite en una versión renovada. El estampado vichy ya no se limita al black and white, sino que invade otros colores; uno en concreto, el amarillo.
La web oficial de Zara ha quedado plagada por este pantone que juega con diferentes estampados y combinaciones, y que aparece en todo tipo de prendas: faldas, blusas, vestidos y hasta zapatos. El amarillo lo invade todo esta temporada, y combinado con el blanco y el negro va a ser la mezcla ganadora de la próxima primavera.
Pero el gigante textil no es el único que apuesta por este color. El pasado mes de septiembre, en la presentación de las colecciones de primavera-verano 2018, ya vimos cómo diseñadores y firmas de renombre desafiaban a la mala suerte con el amarillo como verdadero protagonista de sus líneas de ropa. Rochas o Miu Miu son solo un pequeño ejemplo de cómo este color triunfa en cuerpos y piezas enteras y se adapta a todos los tejidos y estilos posibles.
La semana de la moda de Nueva York también se ha rendido al amarillo. El street style de la gran manzana ha demostrado ser el perfecto escenario para la conquista de los estilismos capitaneados por este color. Destaca especialmente en abrigos y prendas exteriores, pero ya comienza a verse en total looks y prendas interiores como blusas o pantalones de campana.
¿Un color arriesgado? Es posible, pero lo que está claro es que su reinado va a perdurar durante, al menos, un par de temporadas. No va a ser algo efímero ni pasajero, ya que, en las propuestas para el próximo otoño, el amarillo vuelve a aparecer como apuesta principal. El top abullonado de lunares de Tom Ford o el vestido lencero de Carolina Herrera son claro ejemplo de ello. Larga vida al amarillo (al menos en nuestro armario).
