La emblemática Piazza del Duomo de Lecce, en Italia, se llenaba ayer de luz, música, arte y moda gracias a Dior. El espacio ya avecinaba una colección llena de color que no dejaría a nadie indiferente. Unas multicolores luminarie (instalaciones tradicionales de luz) se llenaban de carácter festivo gracias a la reinterpretación de Marinella Senatore, para la que fueron necesarias más de 30.000 bombillas de led. Los 90 diseños que presentaría la firma francesa comenzarían a desfilar simultáneamente a ritmo de la música tradicional reinventada de Paolo Buonvino y junto con la danza catártica de la Fundación La Notte della Taranta, coreografiada por Sharon Eyal. Modelos y bailarines compartían espacio, se mezclaban, creando un espacio en el que todas las artes se completaban.

Una vez más, Maria Grazia Chiuri ha querido rendir homenaje a la artesanía, llenando las piezas de esta colección de delicados bordados. En ellos, a modo de homenaje al savoir faire local, las prendas llevaban bordado el lema de los talleres de la Fundación Le Costantine, Amando e Cantando. La mayor fuente de inspiración de este desfile ha sido la propia Italia, país que Christian Dior comenzó a admirar en 1947. Asimismo, han querido rememorar también el icónico vestido Miss Dior, diseñado por el creativo en 1949.

Respecto a la colección, los corsés de piel se convirtieron en máximos protagonistas, coronando desde los vestidos más formales hasta los jeans más informales. Estampados florales o geométricos, tie dye reinventado y bordados que representaban la instalación lumínica protagonista añadían los puntos de color mientras que exquisitos bordados o vestidos semitransparentes de tul ponían la nota formal y elegante a la velada. Respecto a los accesorios, tanto el clásico Lady Dior, el Saddle o el deseado Dior Book se mantienen y se bañan de nuevos estampados y tejidos.

Dior Cruise 2021
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