Hay diseños que, como los buenos vinos, mejoran con el paso de los años. Y otros que puede que mejorar, no mejoren, pero se mantienen firmes antes los vaivenes de las tendencias. Y eso es lo que le ha pasado a uno de los vestidos más icónicos de Lady Di, el diseño blanco de lunares negros con pamela a juego que llevó en 1988 y que, año tras año, se convierte en noticia.
Siempre perfecta, estudiada y producida, Lady Di sabía cómo hacer que su llegada a cualquier acto causara sensación. Su mera presencia ya elevaba cualquier evento y sus looks, estudiados al detalle, iban pasando uno tras otro al imaginario colectivo. Fue en la carrera de Ascot de 1988 cuando una Lady Di en pleno auge de popularidad eligió un vestido midi, de manga larga y fajín para ser la sensación de la menos discreta de las citas sociales inglesas. Y es que estas carreras de caballos en las que los tocados y pamelas más inverosímiles roban protagonismo a los caballos son el escenario perfecto para lucir los looks más arriesgados.
Aquel día de 1988, la princesa de Gales lo apostó todo a los lunares, un estampado muy español, amado también por la costura internacional. Firmas como Altuzarra, Carolina Herrera, Stella McCartney o Saint Laurent han llenado de lunares sus colecciones de primavera, siendo la combinación de colores elegida entonces por Lady Di, fondo blanco y lunares negros, la preferida de esta temporada.
En Stradivarius hemos encontrado un vestido inspirado en aquel de Lady Di (25,99 euros), ideal para los eventos de primavera y los de verano. Se trata de un diseño blanco con lunares medianos negros, de corte imperio y manga globo, perfecto para llevar tanto con zapato plano como con taconazo.
