Desde que comenzó el confinamiento, el número de personas que han manifestado haber tenido más pesadillas de lo habitual ha crecido considerablemente. Los sueños han dejado de ser deseos para pasar a guardar relación con temáticas que alternan desde, despidos laborales hasta asesinatos, bichos en las estancias de la casa o secuestros.

Y lo cierto es que, su aparición, no es casualidad. Los "sueños pandémicos" se han posicionado ya como una de las búsquedas con mayor volumen en los motores de búsqueda. Parte de estos se relacionan explícitamente con el coronavirus, mientras que, otros tantos engloban mensajes metafóricos que tratan temas relacionamos con la pandemia, como los "sueños vívidos", otra de las grandes búsquedas en Google.

Las personas tienden a acordarse más y a revivir los sueños en momentos de frustración, estrés y tiempos de crisis. Lo mismo sucede cuando se muere un familiar, te despiden del trabajo o sucede algo que altera tu vida.

Por esta misma razón, que en este momento las pesadillas sean algo común entre la población no resulta extraño ya que están directamente relacionados con el pensamiento emocional. Cuando una persona sueña las áreas del cerebro están más activas en el sueño REM, que es el momento en el que tienen lugar la mayor parte de los sueños. La parte del cerebro que se usa para el pensamiento racional y lógico queda en ese momento bloqueada.

Así, esta explicación es la principal a la hora de explicar las razones por las que este fenómeno sucede. La imaginación inconsciente se vincula a la salud mental y al bienestar y, a su vez, procesa una enorme cantidad de ansiedad y estrés.