Seguro que ya has leído, visto u oído que estamos enganchados al móvil. Es una condición, de hecho, que se da con más fuerza desde la llegada de los smartphones, las redes sociales y la mensajería instantánea a nuestras vidas. Todo comenzó en 2008, hace ya 10 años, pero esto es algo que ya sabes y que tú y tu entorno habéis experimentado en mayor o menor medida.

Aquí hemos venido a enfatizar otra cuestión, una por la que te animamos a darte cuenta si realmente estás enganchada y cómo poner freno antes de 2019, porque si seguimos así, se estima que aumentarán los casos de ansiedad y seremos completamente incapaces de vivir en el entorno analógico sin estar mirando el móvil cada cierto tiempo, y lo que ello conlleva: estar disponibles para todo el mundo 24/7.

Según Coaching Club (club dedicado al crecimiento personal y el aprendizaje colectivo), 4 de cada 5 españoles sufren estrés digital a causa de la saturación que sufren de mensajes a través de e-mails, whatsapp y redes sociales. Y es que, de media, recibimos 30 notificaciones a la hora (más de 300 al día entre mensajes, e-mails y apps), y esto es algo que dificulta nuestra vida personal y laboral.

Obviamente, hay excepciones, quizás incluso tú no te sientas identificada con esta media, pero te animamos a hacer un ejercicio para saber si necesitas ser consciente de cómo te afecta el móvil. Verónica Rodríguez, terapeuta y directora de Coaching Club, aconseja analizar estas señales, que indican que estamos saturados digitalmente:

Miedo: A no responder a un mensaje, a que se olvide una información importante, a quedarse atrás con un tema.

Justificación: Demostrar que se está trabajando en la tarea o que muestras interés por la otra persona. Si no respondes parece que no atiendes y que no se justifica una relación.

Quedar mal: Es frecuente escuchar que, si no se responde a un mensaje de whatsapp o si no se pone un emoticono en redes, eso supone quedar mal con la persona.

Inseguridad: Uno de los sentimientos más frecuentes entre los pacientes con saturación digital es el hecho de sentirse esclavos del e-mail, whatsapp o redes sociales. Este sentimiento deriva de la inseguridad personal, pues respondes para evitar que el otro se enfade.

Mensajes erróneos: En ocasiones la gente afectada por la saturación digital tiende a enviar mensajes erróneos. Es decir, por quedar bien contesta de manera rápida y aséptica.

Doble check: Sin duda, una de las grandes señales de que una persona sufre saturación digital es cuando comprueba si los mensajes tienen algún tipo de verificación de lectura. Las personas acaban obsesionándose con que el emisor va a saber que ha leído el mensaje y no responde. Esto obliga a estar en un estado continuo de alerta para responder aunque sea con una respuesta sin sentido.

El peor escenario de esta realidad existe porque tendemos a normalizar estos puntos, y no terminamos de ser conscientes de lo negativos que son, sobre todo a largo plazo. Si has sentido alguna de las situaciones o sentimientos anteriores, te animamos a incluir en tu rutina dos nuevos hábitos: desactivar todas las notificaciones y poner tu móvil en modo avión durante un periodo del día, una manera interesante y radical que te aislará, aunque sea durante media hora (para empezar), de la disponibilidad 24/7 que se supone que todos y todas debemos ofrecer.

Comienza a practicar durante lo que queda de año y ponte en serio en 2019. Porque puedes hacerlo.