Jodie Foster, que optaba ha llevarse el Oscar a la mejor actriz de reparto por su trabajo en la película biográfica Nyad (estatuilla que al final fue a parar a Da’Vine Joy Randolph), fue una de las actrices más elegantes y sobrias de la alfombra roja de la 96ª edición de los Oscar apostando por un sencillo vestido azul marino con detalles satinados y brillantes firmado por Loewe.
Sin recurrir al efectismo de diseños de archivo (o inspirados en él) como el vestido de Balenciaga de Carey Mulligan o el Schiaparelli de Sandra Hüller, la actriz de películas como Taxi Driver, acertó apostando por vestido azul marino con escote halter que dejaba caer un trozo de tela sobre su cuerpo y estaba cuajado de brillantes en la parte de la falda. Sin embargo, en esta ocasión lo mejor de su look no fue el vestido en sí, sino los zapatos que lo acompañaron: unas plataformas plateadas con tacón que demuestran que esta es la opción más cómoda cuando se trata de llevar zapatos altos a cualquier evento.
Apostar por sandalias de plataforma bajo un vestido largo es uno de los mejores trucos que las invitadas de la temporada pueden aprender de esta 96ª edición de los Premios Oscar. Más aún teniendo en cuenta que los zapatos de plataforma vuelven a ser tendencia después de que firmas como Balmain o Chloé los subieran a la pasarela en su versión más extrema durante la reciente semana de la moda de París.
La actriz, que posó en la alfombra roja acompañada por su mujer, la actriz y fotóhrafa Alexandra Hedison, lució su característica media melenita con efecto ligeramente despeinado y unos discretos pendientes. A sus 61 años, Jodie Foster no necesitó nada más para convertirse en una de las más elegantes de la noche demostrando que, casi siempre, menos es más.
