Apenas ha dormido unas horas y confiesa que la manzanilla del desayuno le ha sentado mal. Llega al estudio envuelta en un abrigo de pelo blanco parapetando su mirada tras unas gafas de sol que ocultan su rostro casi por completo. El moño color fuego bien cardado y los labios a juego sirven para identificarla. Yurena, nacida en Santurce en 1969 como María del Mar Cuena Seisdedos y conocida popularmente como Tamara, lucha para que los nervios no la atenacen durante la sesión. Hace mucho que no protagoniza un reportaje como este y es la primera vez que posa para una revista de moda como Harper’s Bazaar. Hubo un tiempo en el que fue considerada lo más punk de este país, su tema No cambié lideraba las listas de éxitos y copaba las portadas de la prensa nacional caracterizada como el mismísimo Bowie, con quien llegaron a compararla. Pero la cosa se torció.

Tras años recorriendo los platós convertida en objeto de burla y sometida a un "linchamiento" público y televisado, su vida está a punto de dar el enésimo vuelco. Los Javis llevarán la historia de Yurena a Netflix en Superestar, una serie dirigida por Nacho Vigalondo que acaba de comenzar su rodaje. Para ella este proyecto es un "regalo celestial enviado por su madre" con el que por fin se reparará el daño causado. Lo dice ataviada con un traje negro de Stella McCartney después de haber posado como el icono que es vestida de Versace, Balmain y hasta Acne Studios. "Me veo guapísima. Vaya fotones", admite ya relajada. Quizá este reportaje sea el primer capítulo de una nueva etapa en la vida de la "mujer de los mil nombres". Uno en el que, como ella reclama, por fin se le haga justicia.

yurena tamara posa para harpers bazaar
Javier Biosca
Yurena lleva vestido de leopardo de Dolce & GABBANA, guantes elásticos de GUANTE VARADÉ, brazaletes y pendientes de bronce de JOAQUÍN BERAO, medias de cristal de EMILIO CAVALLINI y sandalias de leopardo y pedrería de GUISEPPE ZANOTTI.

Tamara, Ámbar, Yurena… ¿todas ellas siguen estando dentro de ti?

Todas las personas tenemos nuestra esencia, aunque te cambies el peinado, el look y hasta el nombre. Soy la misma persona, pero son como tres vidas en una. Muchos artistas se construyen un personaje, pero yo nunca lo he hecho y quizá ese haya sido mi error. Pero soy real, no sé fingir.

Llévanos al momento en el que te llamaron Los Javis para ofrecerte hacer la serie.

Estaba de excursión por la sierra de Madrid cuando veo que Javi Ambrossi me ha escrito un privado por Instagram diciéndome que le gustaría reunirse conmigo. Me quedé en shock. Jamás pensé que iban a ofrecerme una serie sobre mi vida. Les dije que sí en el acto y cuando terminó la reunión y me metí en el ascensor se me caían las lágrimas de la emoción. Lo primero que pensé fue: esto me lo está regalando mi madre.

Tu madre no quería que fueras artista. ¿Te arrepientes de no haberle hecho caso?

Mi madre me daba muchos consejos, pero yo luego hacía lo que me daba la gana y muchas veces me equivocaba. Si volviera atrás no me dedicaría nunca a nada que tuviera que ver con el mundo artístico. Toda España sabe el linchamiento mediático que viví durante años. Y sin ningún motivo, porque yo era y soy una cantante que se ha dejado la piel.

yurena tamara posa para harpers bazaar
Javier Biosca
Yurena posa para Harper’s Bazaar como el icono que es.

Yurena siempre quiso ser una Superestar, título de su primer LP presentado en 2001 que también dará nombre a la serie sobre su vida. Sus padres, Floreal Cuena y Margarita Seisdedos, pagaron dos millones de pesetas para que pudiera grabar su primer disco en 1993. Aquel trabajo titulado A por ti jamás vio la luz, pero fue la semilla de lo que vendría después. Conocida en aquella época con el nombre artístico de Tamara, la joven y sus padres se mudaron a Madrid para cumplir su sueño. "Yo era mi propia representante y me buscaba las actuaciones. Siempre he tenido las cosas muy claras y la música era mi vida desde niña", asegura. Después de conseguir algunas apariciones en periódicos y televisiones locales, el nuevo milenio le traería el éxito y también muchos quebraderos de cabeza. Noches surrealistas en Crónicas Marcianas, una canción convertida en himno y un circo mediático que acabó por hundirla.

Si músicos del prestigio de Nacho Canut o Carlos Berlanga trabajaron contigo, si No cambié se imponía a Alejandro Sanz en las listas, si eras para muchos un icono kitsch… ¿por qué se torció todo?

Estuvo torcido desde el principio. Había un sector que me apoyaba, pero en el 97% de la prensa y los medios la imagen que se dio de mi era de friki, mamarracha, payasa o directamente tonta. Y de tonta tengo menos que de obispo. No hizo ninguna gracia que superara a artistas con discográficas multinacionales que se habían gastado un pastizal en publicidad, y nunca me lo perdonaron.

¿Has conseguido apropiarte y abrazar el término ‘friki’?

Yo nunca he sido ninguna friki. Siempre me he comportado a pesar de todo lo que me decían y cualquier otra persona hubiera perdido los papeles. ¿Eso es ser una friki? No ha habido una sola cosa mala que no se haya dicho de mí. Se dijo que yo era un hombre o que había sido prostituta. ¿Perdona? Si en aquel momento hubiera sido como soy ahora, no me hubiera defendido en los platós, sino donde había que defenderse… y hubieran pagado por ello.

¿Qué sientes a día de hoy al cantar No cambié?

La detesto. Hay muchos cantantes que se sienten incómodos con su mayor éxito y a mí me pasa. No cambié fue un experimento, dista mucho de todo lo demás que he hecho a nivel musical. Pero me trae tan malos recuerdos, tan malos, que no la puedo escuchar. A partir de 2001 dejé de cantarla en mis conciertos, pero como el público me la pedía la tuve que volver a grabar con mi estilo musical actual, el dance. Sigo sin soportarla, pero la puedo tolerar.

yurena tamara posa para harpers bazaar
Javier Biosca
Top de punto de algodón deshecho y gafas Black Acturus de ACNE STUDIOS, medias tupidas con raya blanca trasera de EMILIO CAVALLINI y sandalias de piel de DOLCE & GABBANA.

Has tenido que revivir muchos de esos malos momentos al repasar tu vida de cara a la serie. ¿Qué será lo más difícil de ver en la pantalla?

Mamá. Siempre he sido consciente de que iba a ser duro porque lo que se me ha hecho a mí no se le ha hecho a nadie en este país. Hasta el punto de que en dos ocasiones traté de quitarme la vida. Solo quería descansar. Me habían destrozado psicológicamente. En aquellos años nos pegaban por la calle, nos insultaban, se reían de nosotras. Incluso a mi padre, que se ha mantenido en un segundo plano, un día que iba con nosotras lo tiraron al suelo y le dieron patadas. Ni la peor persona del mundo merece el trato que nos dieron. Mi madre incluso acabó con depresión.

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Javier Biosca
Abrigo de vinilo de BALMAIN, medias de cristal de EMILIO CAVALLINI, guantes elásticos de GUANTE VARADÉ, anillos de bronce de JOAQUÍN BERAO y sandalias de piel y PVC con tacón asimétrico con cristales de GIUSEPPE ZANOTTI.

Fue entonces cuando Yurena decidió hacer un parón en su carrera y cambiar los escenarios por la barra de un bar. Era 2005 y acababa de grabar su primer maxisingle con su nuevo nombre artístico (dejó de llamarse Tamara después de perder un juicio contra la cantante melódica del mismo nombre y pasó una corta etapa como Ámbar, que también estaba registrado), pero decidió parar. Abrió un pub en la calle Manuela Malasaña 31, el Glam Street, y se alejó del ruido mediático. "No tenía ni idea de negocios, ni siquiera había sido camarera, pero me ayudó mucho apartarme". En aquel tiempo le pedía a los clientes que la llamaran Mar. No quería saber nada de su pasado artístico y, sin embargo, no tardó en volver a la música.

¿Tanto necesitas la música como para aguantar todo esto y seguir en la industria?

Sí, a pesar de todo lo malo que me ha dado. Volví y me hice más fuerte de lo que ya era. A partir de entonces, y hasta ahora, me autoproduzco yo y me costeo todo. Es un riesgo y es caro, pero llevo haciéndolo así desde 2012 y es la etapa musical que más me representa y de la que más orgullosa estoy. Doy conciertos casi todos los fines de semana y esta primavera habrá nuevo single y muchas cosas más.

Para aquellos que no lo vivieron o no se acuerden, ¿qué era el Tamarismo?

Un fenómeno mediático, musical y social que nunca se había vivido antes en este país.

Junto a ti formaron parte de ese fenómeno nombres como Loly Álvarez, Toni Genil, Leonardo Dantes o Paco Porras.

Ellos estuvieron poco tiempo en mi vida. Cuando llegué a Madrid no conocía a nadie y me los presentaron, pero cuando empecé a ser muy conocida ellos comenzaron a ir a platós inventando auténticas barbaridades. ¿Sabes de quién salió la leyenda urbana del bolso…?

El bolso de tu madre en el que supuestamente llevaba ladrillos.

(Hace una pausa). Es que lo del ladrillo te prometo que no lo puedo ni decir. Fue Toni Genil quien se lo inventó. Mi mamá está muerta y todavía hay gente que sigue asegurando que llevaba un ladrillo en el bolso. ¿Alguien lo vio?, ¿hay alguna imagen? Por poca materia gris que uno tenga, ¿quién se cree que una mujer mayor lleva ladrillos en el bolso con lo que pesan?

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Javier Biosca
Top de punto de algodón deshecho y gafas Black Acturus, ambos de ACNE STUDIOS.

¿Crees que te hubieran tratado diferente si hubiese existido entonces el debate actual sobre la salud mental?

Mucho de lo que nos hicieron hoy no estaría permitido. Después de intentar ‘desaparecer’, cuando me llevaron medio muerta al hospital y me hicieron un lavado de estómago, estuve unos meses haciendo terapia. Cuando consideré que estaba mejor la dejé, pero no estaba como para continuar y por eso en 2005 me alejé abriendo un local. Y aun así la prensa iba allí diciendo que teníamos cucarachas o que no había clientes y que yo era una fracasada.

Mucho antes del MeToo, hace 20 años, te ofrecieron grabar con un miembro de La Unión pero que para eso tenías que acostarte con el director de una cadena de radio. ¿Has vivido más episodios así?

Esto me pasó antes de ser conocida. Luego viví algo parecido con una persona muy importante dentro de la música. Incluso me ofrecieron ser escort cuando estaba comenzando el Tamarismo. Esto nunca lo había contado, pero ahora que van a hacer una serie de mi vida te prometo que no me he callado nada.

¿Si las artistas de tu generación también hablaran saldrían muchos episodios de acoso sexual que se han ocultado?

A puñados. Esto ha sucedido siempre, pero nadie lo ha querido contar, era terreno prohibido. Yo creo que contarlo es hacerle un favor a toda la sociedad.

yurena tamara posa para harpers bazaar
Javier Biosca
Vestido en tul elástico de ERNESTO NARANJO, guantes de tul de GUANTE VARADÉ, medias de cristal de EMILIO CAVALLINI, collar, pendientes y anillos metálicos de VERSACE y sandalias de leopardo y cristales de GIUSEPPE ZANOTTI.

Durante algún tiempo se dijo de ti que eras más famosa que el presidente del gobierno. ¿Eres más feliz ahora que ya no eres más conocida que Pedro Sánchez?

(Ríe). Sí. Yo ya tengo mi bagaje, mi carrera, mi nombre y soy la artista que siempre quise ser, pero ahora no tengo que estar yendo a defenderme, como durante todos esos años, contra todo el mundo.

¿Vas a poder perdonar lo que te hicieron?

Mira, mi madre, mi angelito, como yo la llamo, siempre decía: "El perdón sin el olvido no es perdón". Yo no he olvidado nada ni lo voy a olvidar. La parte buena es el haber aprendido lo que no está en los escritos y que nadie me tome el pelo. Sigo siendo de corazón noble, pero no confiada.

Si tuvieras que darle un consejo a Ingrid García-Jonsson antes de ponerse en tu piel en la serie, ¿cuál sería?

Ella es muy buena actriz, pero creo que habrá tenido que hacer un gran trabajo psicológico para poder interpretar todo ese dolor. Ponerse en mi piel es muy doloroso, pero esta serie va a hacerme justicia y va a mostrar la verdad. No mi verdad, la verdad. Tú puedes ver las cosas de una forma, pero verdad solo hay una. Y esa es la que he contado y seguiré contando.

Asistente de fotografía: Enrique Escandell. Vídeo: Gilded Lizard. Maquillaje y peluquería: Fer Martínez y Patrizio Niccolai (Esther Almansa). Set designer: Guillermo Ortega para Decodoos. Producción: Beatriz Martínez Velasco.