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Cada nueva aparición de Lila Moss supone un acierto en términos estilísticos, y una demostración de que, aunque esté empeñada en plasmar una personalidad y una forma de vestir alejada a la de Kate Moss, existen múltiples similitudes entre los estilos de madre e hija. Sin ir más lejos, esta pasada noche, la joven maniquí acudía a un evento en Londres enfundada en un sobrio vestido corto negro que bien recuerda a los habituales diseños que la top model elegía para los eventos que marcaban su agenda a finales de los 90, una década dorada sobre la pasarela.
En esta ocasión, Lila Moss optaba por un little black dress de corte recto, escote palabra de honor y favorecedoras aberturas laterales con el que consigue presumir de una esbelta figura y de piernas infinitas. Una elección que nunca falla, sinónimo de sobriedad y elegancia, que acompañaba con stilettos destalonados también en color negro.
Un vestido capaz de solucionar todo tipo de eventos y salidas formales que se adapta de maravilla a la silueta y que, a diferencia de otros patrones o formas, se sitúa como un comodín en el armario gracias a su versatilidad y atemporalidad.
Kate y Lila Moss, el amor por el LBD
Ha sido ver la elección de Lila y recordar, de forma inmediata, todas las veces que Kate Moss optó por un little black dress en la primera década de los 2000, una época en la que su figura era indispensable en cualquier cita con la moda.
La top model no dudaba en decantarse por vestidos negros por encima de la rodilla cada vez que tenía la oportunidad, diseños que compartían un patrón muy similar al que ha elegido su hija Lila este pasada noche, e incluso con el mismo escote palabra de honor o en su defecto, de favorecedor estilo corazón, halter o lencero.
Moss contaba con versiones muy dispares y, al igual que sucedió con el slip dress, que convirtió en una de sus señas de identidad, pronto lo situó como uno de sus favoritos y bases de su alabado estilo.
