Veinte millones de seguidores en Instagram y casi diez millones en Twitter. Estas son las cifras digitales de Lana del Rey quien no solo compartía con sus followers sus novedades artísticas sino también su posicionamiento sobre política o temas sociales como el aborto o el feminismo. Sin embargo, la cantante ha tomado una drástica decisión: desactivará de forma definitiva sus redes sociales.

Ha sido ella misma quien lo ha contado a través de un video que ha compartido en Instagram: "Siento que tengo muchos otros intereses y trabajos que requieren privacidad y transparencia. Es importante sentirse valorado y saber que las personas cercanas a ti, a las que conoces y en las que confías, sean testigos de ello. Por ahora prefiero centrarme en mi círculo más cercano y continuar desarrollando algunas otras habilidades e intereses".

Un paso que ya dio hace años Emma Stone, quien dejó Twitter en 2012: "Parece que mucha gente tiene que aprender lecciones públicamente ahora debido a la forma en que el mundo está conectado. Creo que esto no es algo positivo para mí". Desde entonces, la ganadora de un Oscar se mantiene alejada de redes sociales.

La pregunta es, ¿por qué cada vez más celebrities toman la decisión de abandonar sus redes sociales de forma indefinida o a veces de manera temporal? Los psicólogos llevan años afirmando que el mundo digital puede ayudarnos de forma positiva siempre y cuando sepamos cómo gestionarlo. A pesar de realizar un uso adecuado de las redes sociales, el problema llega cuando el feedback que recibimos no es el que nos habíamos esperado.

"El mundo online genera expectativas que a veces no se cumplen. Eso puede dañar nuestra autoestima y crearnos inseguridades. En el caso de los artistas puede causarles bloqueos creativos", asegura Blanca Campos, psicóloga especializada en conductas de comportamiento digital. "Es cierto que la relación ídolo-fan se ha estrechado gracias a las redes sociales, pero no es menos cierto que esto, en algunos casos, se vuelve en contra del ídolo al no ser capaz de gestionar tal cantidad de interacciones, y no todas positivas", sentencia Campos.

¿Continuaremos viendo en los próximos años un éxodo digital en el mundo de la cultura? La respuesta, a un clic de distancia.