Penélope Cruz se sincera sobre las dificultades de la maternidad y la presión que sienten las mujeres al dar a luz

Penélope Cruz acostumbra a velar por su intimidad y no suele hablar en exceso de su vida personal o la de sus hijos. Sin embargo, cuando lo hace, la actriz destaca por su sinceridad y naturalidad. Las últimas declaraciones las ha hecho en compañía de su amiga la también actriz Gywneth Paltrow. La fundadora de Goop organizaba hace unos días una charla en Londres para la plataforma de bienestar bajo el nombre In Goop Health para la que además de con Penélope, contó también con la icónica modelo británica Twiggy.

Las actrices, que forjaron su amistad más de 12 años atrás cuando rodaron juntas The Good Night, han hablado sobre los cambios hormonales que están comenzando a sufrir a sus 45 y 46 años así como de otros temas relacionados con la salud o la maternidad.

En lo que a maternidad respecta, Penélope Cruz se quiso abrir y habló sobre la presión que sintió después de su primer embarazo y la diferencia con el segundo de sus hijos. "Me di cuenta de que la sociedad me había metido en la cabeza un montón de cuentos de hadas y de películas y de mensajes, porque cuando dejé el hospital la primera vez y cuando lo dejé la segunda era dos mujeres diferentes. La primera vez, me forcé a mí misma a ser una supermujer tipo: 'Tendré un parto natural y a las doce horas estaré saliendo del hospital subida a mis tacones", contaba la actriz.

Penélope también contó a Paltrow que lo que hizo no tuvo nada que ver con el feminismo que predica y que, prácticamente, se olvido de cuidar de sí misma. "Ahora echo la vista atrás y me digo: '¿Quién te pidió que hicieras eso? ¿Quién te dijo que no delegaras, que sintieras que tenías que hacerlo todo las 24 horas del día y que te olvidaras de cuidar de ti misma?'. Eso no tiene nada que ver con el feminismo, no me respetaba a mí misma haciendo eso".

Charlas como la que han mantenido ambas actrices ayudan a que las mujeres comprendan que no están haciendo nada de forma incorrecta y a relajar la presión que muchas veces cargan después de dar a luz, momentos en los que también es importante mirar por la salud de una misma y no solo por la del bebé.