Los 10 destinos más seguros del mundo para viajar solo en 2024 y recordar toda la vida

Nueva Zelanda se distingue como un destino excepcional para aventurarse en solitario, ofreciendo impresionantes paisajes que van desde majestuosas montañas hasta playas vírgenes. La nación insular, donde la naturaleza es la protagonista indiscutible, nos invita a maravillarnos ante paisajes tales como los volcanes de Tongariro, a explorar los fiordos de Milford Sound, relajarnos en las playas de Abel Tasman o admirar las montañas de los Alpes del Sur. Además, la eficiente infraestructura turística y el enfoque relajado de la cultura neozelandesa simplifican la planificación y ejecución de un viaje sin complicaciones. Los lugareños allí son amables, tienen fama de compartir su hospitalidad e incluso abrir sus hogares a todo visitante. Y un dato más muy relevante: se encuentra entre los 10 países más pacíficos del mundo.

En Perú, la tranquilidad predomina. Es uno de esos destinos los que ir para, enriquecerse de historia, pero también para coger aire, respira aire puro y regresar con energía. Allí, emblemáticos lugares como Machu Picchu, Arequipa, la majestuosa Cordillera de los Andes, las playas serenas de Máncora y las enigmáticas líneas de Nazca se imponen como visitas de parada obligatoria. De hecho, que sea un destino afamado entre mochileros tiene sentido, pues resulta fácil hacer amistad con familias locales, así como dejarse llevar y acabar en lugares remotos gracias a los precios de sus hostales, pero también a la facilidad de transportarse entre sus lugares más turísticos.

Aunque Atenas se impone como el place to be para alojarse en una visita a Grecia, lo cierto es que este país cuenta con una infinidad de enclaves que nunca defraudan. En su capital, la cantidad de monumentos históricos que hacen referencia al inicio de la civilización nos lleva a un camino que puede ser casi inabarcable. Sin embargo, su vida diaria, y nocturna, terminan de poner el broche final a la que es una experiencia que recordar siempre (y su gastronomía, sin duda, una de las más admirables del mundo). Además, su buen comunicación con las islas mediante sus ferries la convierten en un lugar idóneo para descansar. Allí no hay lugar para el aburrimiento.

De norte a sur, de este a oeste. No hay duda de que, por similitudes, el Portugal es uno de los que más nos gustan, pero también podemos afirmar que recorrerlo sin miedo es una tarea fácil. Comer en sus tascas, ir a ver las olas grandes de Nazaré, salir una noche por la nueva ciudad de moda de Coimbra, tomar un café en alguno de los miradores de Lisboa, bañarse en Comporta y relajarse en Faro. El país vecino lo tiene todo, y queda muy cerca.

Dicen que Vietnam tiene la población más amable del mundo, y basta con fijarse en la cantidad de homestay que ofrece para darse cuenta de que, si viajas allí y te encuentras con algún inconveniente, siempre habrá alguien para salvarte. Recorrerla entera merece la pena: de la civilización de Hanoi, pasando por una ruta de senderismo por SaPa, un crucero por la bahía de Ha-Long, una noche entre farolillos en Hội An, dos días de relax en Phu Quoc ... Es un espectáculo.

Puede imponer un poco al principio por su inmensa población, pero una vez que estás allí te das cuenta de que es uno de los mejores lugares para visitar en solitario. Japón es conocido por ser uno de los países más seguros del mundo, así que podemos estar tranquilos, ya que los bajos índices de criminalidad nos brindan un entorno. Una vez superada esa barrera, también comprobamos que existen una gran oferta de destinos y lugares que merece la pena conocer, por lo que no echaremos en falta tener compañía, ya que apenas nos dará tiempo. Desde la modernidad de Tokio hasta la tradición de Kioto: ya sea disfrutando de la serenidad de un templo ancestral o explorando la bulliciosa vida urbana, allí hay algo para todos los gustos.

En Australia, la costa este, la que se extiende desde Adelaide hasta Brisbane y más allá, es la más recomendable para viajeros solitarios. Con rutas clásicas que conectan ciudades como Sydney y Gold Coast, el país ofrece una gran diversidad de experiencias. Desde la cultura cosmopolita de Sydney hasta la relajada y famosísima vibra playera de Byron Bay, así como cualquiera de sus magníficas ciudades costeras, cada una de ellas se encuentra bañada por un gran telón de fondo impresionante. Además, es ideal para amantes de lo exótico, pues en pocos países tenemos acceso a tantas especies de animales endémicos como allí. Marsupiales, insectos exóticos, canguros... Sí, Australia es diferente.

A pesar de su clima, Canadá se clasifica consistentemente como uno de los países con mejor calidad de vida en el mundo. Y, es que la variedad de actividades que nos permite realizar es amplia. Es tanto un destino ideal para amantes de la naturaleza (que pueden visitar los fiordos y las Rocosas, las Cataratas del Niágara y el Parque Nacional Banff) como para los amantes de lo cosmopolita (Toronto se considera una de las ciudades más multiculturales del mundo, Vancouver destaca en diseño y Montreal por su riqueza artística). Además, vayas a donde vayas, allí hay mucha vida.

Paisajes impresionantes plenos de acantilados dramáticos hasta colinas que conjugan verdes, una cultura muy rica, música tradicional, multitud de festivales, ciudades con gente siempre en los bares, pueblos pintorescos... Más allá de Dublín, Irlanda merece ser conocida. Todos los rankings la sitúan entre las preferidas para viajar solo, y no es de extrañar, pues se encuentra bañada en un entorno natural inigualable que se equilibra perfectamente con su espíritu más movido y animado. Los irlandeses son simpáticos, y si entiendes su acento inglés, allí vivirás una experiencia de sobresaliente.

Estocolmo y el archipiélago de Estocolmo son dos de los emblemas suecos más diferentes, pero más obligatorios de ver. La grandiosidad de la primera ciudad, y sus imponentes y bellos edificios, así como la riqueza que respira merece más de un paseo. Sin embargo, en el archipiélago encontramos un encanto especial, ese que cautiva gracias a las cabañas locales emplazadas en terrenos verdes y que nos llevan a imaginarnos viviendo en una película ambientada en la campiña. Pero Suecia tiene mucho más: el lago Siljan, Gotland, el pintoresco Smögenbryggan...Además de todas sus montañas, ideales para los amantes del senderismo y los deportes aventureros.