Que Tenerife es un destino increíble para una escapada en cualquier momento del año lo sabemos todos. Es algo evidente. No lo es tanto, sin embargo, la definición de lujo. A pesar de que el diccionario de la RAE proporciona solamente cinco, si preguntas a cada uno de los viajeros por lo que consideran un lujo, posiblemente, las respuestas diferentes serán incontables. La mejor noticia es que Tenerife, casi seguro, las tendrá todas.
Lujo a primera vista
Es curioso, pero a veces los lujos más visibles son en los que menos reparamos. O, al menos, los que no solemos calificar como tales. Tenerife recibe al viajero, te darás cuenta enseguida, con un despliegue de lujo natural impresionante.
Es un lujo, sin dudarlo, el clima de la isla. Su temperatura media es de 22 grados, que se mantiene estable durante todo el año. No importa cuándo vayas, siempre va a ser primavera. Su variedad de microclimas hace que el norte sea verde y frondoso, frente a una zona sur con un paisaje más árido. Un verdadero lujo.
Tenerife alberga uno de los ecosistemas más valiosos del planeta. Parece una exageración, pero en cuanto llegues te darás cuenta de que no lo es. Parques rurales como los de Anaga (Reserva de la Biosfera) o Teno son algunos de los espacios naturales más espectaculares. Todo ello es la constatación de que el paisaje de Tenerife es algo de lo que vas a disfrutar. Domina por encima de todo, por supuesto, el majestuoso pico del Teide, con sus 3.715 metros de altura, que se encuentra en el Parque Nacional del Teide, Patrimonio de la Humanidad. Camina y párate a empaparte de sus vistas. Si te gusta la naturaleza, no hay un plan mejor. ¿Eres más de estrellas? Concierta una visita nocturna para alzar la vista y disfrutar de uno de los cielos más limpios del mundo. ¡No le cabe una estrella más!
Y qué decir del mar que, obviamente, rodea la isla. Alquila un barco para surcar el litoral y olvídate del mundo (y hasta del móvil). Aunque si te apasionan los cetáceos nada como contratar una excursión para su avistamiento en las aguas del suroeste de la isla. Elige para tu travesía las embarcaciones con el distintivo 'barco azul' ya que cuentan con un certificado responsable que cuida de planeta.
Una isla para comérsela
Entre los diferentes motivos que incitan al viaje, muchas consideramos la gastronomía. Si nunca has oído hablar de los fogones tinerfeños no deberías quedarte con las ganas de explorar todo lo que se cuece en la isla. La tradición manda en muchos de los restaurantes de Tenerife. El pescado es, lógicamente, uno de los pilares más sólidos de las recetas tradicionales. Cocinados de mil formas, los resultados siempre van a ser excelentes. El conejo en salmorejo es otro de los platos típicos que podrás disfrutar en comidas que, siempre, deben acabar con alguna muestra de repostería artesanal. Productos como los quesos (multipremiados en la última edición de los 'World Cheese Awards') o la miel te encantarán. El carácter que da a tierra volcánica a los vinos de la isla los hace muy especiales.
Una cofradía de pescadores, una bodega tradicional o cualquiera de los restaurantes repartidos por toda la isla, y también los de los hoteles de primer nivel. En todos ellos vas a comer fenomenal. Pero si eres un cazador de estrellas (Michelin) o de soles (Repsol) la oferta de Tenerife te asegura buenas recompensas.
La isla suma ya nueve estrellas Michelin en siete de sus restaurantes. Es el caso del M.B de Ritz-Carlton Tenerife Abama, que cuenta con dos estrellas, al igual que El Rincón de Juan Carlos, en el hotel Royal Hideaway Corales, de Costa Adeje. Con un reconocimiento se mantienen el Nub (que se encuentra en Bahía del Duque); Kabuki; San Hô, en Royal Hideaway Corales y, recientemente, Taste 1973 y Haydée by Víctor Suárez añadieron sendas estrellas a su cocina.
Date otro capricho
El diseño canario es cada día más fuerte. Las calles peatonales de Santa Cruz y La Laguna tienen muestras abundantes de ello y una cantidad interesante de tiendas exclusivas. Si lo necesitas, una personal shopper te ayudará a recorrerlas y te guiará en esta incursión de diseño para que te des un caprichito tinerfeño para llenar un poco más tu armario.
El centro de las ciudades está lleno de vida, con una oferta de ocio y espectáculos abundante. Teatro, musicales, monólogos, conciertos y sesiones con los mejores Dj's de todo el mundo van a hacer que, si quieres, tengas ocupadas todas las horas del día. Los planes en Tenerife pueden ser infinitos.
Para estar como en casa (pero mejor)
Pero después de pasarlo bien caminando por los parques naturales, navegando por el Atlántico, buceando por los fondos volcánicos y satisfechos con la comida, todas las viajeras necesitamos una base en la que descansar y ponernos a punto para la siguiente jornada. O, por qué no, un lugar en el que, algún día, disfrutar en calma, sin necesidad de salir de nuestra casa en esos días de vacaciones.
Las instalaciones del Ritz-Carlton Tenerife Abama o el Bahía del Duque (gran oferta deportiva y wellness) serán el mejor refugio para descansar y reponer pilas.
Si buscas algo más íntimo, solo para ti y quienes te acompañen, echa un vistazo a las lujosas villas privadas llenas de encanto y tranquilidad de Abama Resort, Royal Garden Villas, Royal Hideaway Corales Resort y Royal Hideaway Corales Villa.
Y como querrás volver una y otra vez a Tenerife, tranquila porque su oferta hotelera no termina aquí. El Gran Meliá Palacio de Isora, el Royal River Luxury, el Laguna Gran Hotel, el Hotel Botánico & The Oriental Spa Garden o el Meliá Collection Hacienda del Conde son buen ejemplo de ello. Ah, y no pierdas de vista el Iberostar Heritage Grand Mencey.
Ya que estás en modo capricho, no te cortes y déjate mimar por su servicio de mayordomía exclusivo. No será el genio de la lámpara, pero su amabilidad tinerfeña, otro lujo del que no habíamos hablado, te garantiza que hará todo lo posible porque tus vacaciones sean aún más espectaculares.
