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5 libros de Annie Ernaux, Premio Nobel de Literatura 2022, que debes leer
La escritora francesa, pionera de la autoficción y conocida como la escritora de la intimidad, ha destacado a lo largo de su carrera por recuperar episodios de su vida y adentrarse sin censuras en temas como el cuerpo femenino, el aborto o el cáncer de mama. El día de su 83 cumpleaños, repasamos algunas de sus obras más destacadas.
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Annie Ernaux (1 de septiembre de 1940) partía como una de las firmes candidatas a llevarse el Premio Nobel de Literatura 2022, junto a Salman Rushdie y Michel Houellebecq, y finalmente fue la escritora nacida en Lillebonne la galardonada. La Academia sueca quiso reconocerla "por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal". Conocida como la escritora de la intimidad, en sus libros ha buceado en su vida sin censuras, hablando del cuerpo femenino, de la pérdida de la virginidad, del amor y también del dolor y del sufrimiento, de su propio aborto, el Alzheimer de su madre o el cáncer de mama.
Catedrática y profesora de Letras Modernas, Ernaux se crió en Normandía, donde sus padres tenían una cafetería y tienda de ultramarinos. Aunque desde joven se sintió atraída por la escritura, tuvo claro que debía tener una profesión que no le hiciera depender de nadie y se formó como profesora y opositó para conseguir una plaza. En una entrevista para Jot Down realizada en 2019 decía "si solo me hubiera dedicado a escribir, habría tenido que escribir para vivir, y eso significa hacer concesiones, y sobre todo perder libertad en tu escritura. Ganarse la vida escribiendo implica publicar cada dos años o incluso menos, tener una regularidad impuesta".
Su primer libro, Los armarios vacíos, se publicó en 1974. Después llegarían La mujer helada, Una mujer, El acontecimiento o El uso de la foto. Catalogada como la gran pionera de la autoficción, en 2019 recibió el Premio Internacional Formentor y este mismo año, en la Quinzaine des réalisateurs, en Cannes, ha presentado una película, Les années Super 8, que firma con su hijo, David Ernaux-Briot, y que recupera cintas domésticas que retratan el amor conyugal y vacaciones familiares. De nuevo su vida como motor creativo, y es que tal y como confesaba en una entrevista para Letras Libres: "La vida vivida es inagotable, porque la memoria cambia sin parar también. El presente transforma siempre el pasado".
Ahora, la escritora Annie Ernaux ve reconocida su larga trayectoria con un importante galardón que se convierte en la excusa perfecta para recordar sus títulos más destacados y que bien merecen un hueco en cualquier biblioteca.
Inspirada en su propia vida, su primer libro es la historia de una hija atrapada entre dos mundos: el de sus padres, proletarios, poco instruidos, que se ganan la vida con el sudor de su frente, y el de los burgueses, educados, con acceso a la cultura. Existe una brecha entre lo que estos padres entregados se merecen por los sacrificios hechos para criar a su hija y lo que esta niña es capaz de darles.
Tiene treinta años, es profesora, casada con un ejecutivo, madre de dos niños. Vive en una casa confortable. Sin embargo, es una mujer helada. Igual que miles de mujeres ha sentido cómo su curiosidad, su impulso vital se iban anquilosando a fuerza de un trabajo que compaginar con compras que hacer, cenas que cocinar, baños de niños que preparar… Todo eso que se entiende por la condición normal de mujer. Annie Ernaux cuenta brillantemente esta alteración de lo cotidiano y la esclavitud a la que las mujeres son empujadas.
Narrado en forma de diario íntimo, Ernaux nos cuenta en Perderse la relación sentimental que mantuvo en secreto durante varios años con un diplomático ruso.
En octubre de 1963, cuando Annie Ernaux se halla en Ruán estudiando filología, descubre que está embarazada. Desde el primer momento no le cabe la menor duda de que no quiere tener esa criatura no deseada. En una sociedad en la que se penaliza el aborto con prisión y multa, se encuentra sola; hasta su pareja se desentiende del asunto. Además del desamparo y la discriminación por parte de una sociedad que le vuelve la espalda, queda la lucha frente al profundo horror y dolor de un aborto clandestino
En Memoria de chica, Annie Ernaux se sumerge en el verano de 1958, el de su primera noche con un hombre, en la colonia de S, en el Orne. Una noche que le iba a le dejar una marca indeleble, que iba a perseguirla durante años. Hasta la valiente decisión de reconstruirla escribiéndola, ayudada por fotografías y cartas recuperadas.
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