El baile que protagonizaron la princesa Diana y John Travolta en la Casa Blanca es, sin duda alguna, uno de esas escenas que resulta imposible borrar de nuestra memoria. Incluso el propio intérprete de Grease ha señalado en algunas entrevistas que fue uno de los mejores momentos de su vida. Quizás por ello no resulta extraño que el príncipe Harry, que apenas tenía un año cuando aquello sucedió, no dudé en traer de vuelta aquel recuerdo casi cuatro décadas después.

En medio de los problemas de salud que sacuden al Palacio de Buckingham, tanto Carlos III como Kate Middleton están ingresados en diferentes centros hospitalarios, el príncipe Harry reaparecía públicamente para acudir a los Premios Living Legends of Aviation celebrados en Los Ángeles. El hijo menor de Lady Di era homenajeado el pasado viernes por su pasado como copiloto de helicóptero y artillero en el ejército y además, no sin polémica, recibía un galardón como "leyenda viva de la aviación". John Travolta, con quien mantiene una buena relación era el encargado de entregarlo y fue entonces cuando, para sorpresa de los allí presentes, el duque de Sussex quiso rememorar aquella escena tan popular y, de paso, rendir homenaje a su madre, la princesa Diana.

xView full post on X

"Yo tenía solo un año cuando bailaste con mi madre en la Casa Blanca", comenzaba diciendo Harry, según recogen desde Dailymail. "¡Y míranos ahora! Lo único que queda por hacer es… no bailar juntos, sino volar juntos", concluía ante las risas y vítores de los allí presentes.

El icónico baile entre Diana de Gales y John Travolta

princess diana dancing with john travolta in cross hall at the white house
Handout//Getty Images

Con motivo de la visita oficial del príncipe Carlos y la princesa Diana, entonces princesa de Gales, a Washington en noviembre de 1985, el presidente de EE.UU Ronald Reagan y su esposa, Nancy Reagan, celebraron una recepción en su honor en la Casa Blanca.

El reconocido actor de Hollywood era uno de los invitados VIP al banquete oficial y, según recogen diversos medios, la primera dama de EE.UU le confesó que Diana de Gales deseaba bailar con él. De esta forma tan fortuita surgió uno de los bailes más recordados, una escena que forma parte de los libros de historia.