Es imposible hablar de parejas artísticas pasando por alto sus nombres. O de historia de la televisión de nuestro país sin explorar sus pasos. Andreu Buenafuente (Reus, 1965) y Berto Romero (Cardona, 1974) llevan más de 15 años trabajando juntos y, lejos de cansarse, tienen esa conexión sólo reservada a algunas duplas creativas que los lleva a seguir inspirándose, a seguir creciendo, tanto juntos como en solitario. Su buen rollo traspasa la pantalla. No sólo son inseparables en lo laboral, también comparten ocio, código postal y hasta vacaciones. Acaban de regresar del Festival de San Sebastián, donde han presentado El otro lado (estreno: 23 de noviembre en Movistar Plus+), la nueva serie escrita por Berto Romero y protagonizada por ambos, donde comedia y terror se entremezclan en perfecto equilibrio. Un cóctel atípico que, como todo lo que tocan, ya se paladea como triunfo.
HARPER’S BAZAAR: ¿Cómo nace la idea de mezclar dos géneros tan diferentes?
BERTO ROMERO: Surge de la necesidad de dar un giro a lo anterior (Mira lo que has hecho), que era muy referencial. Tenía ganas de cambiar de registro y hacer lo que me gusta como consumidor. También de la voluntad egoísta de trabajar con mi amigo, al que siempre he tenido la sensación de deberle algo, no como una deuda. Me apetecía compartir con él esta parte del trabajo y trasladar nuestra química a una ficción.
HB: Andreu, ¿cuál fue su primera impresión del proyecto?
ANDREU BUENAFUENTE: Me quedé sorprendido, porque tenemos muy definidas las carreras conjuntas y las separadas. Pensé que sería una comedia de dos colegas. Me desbordó un poco la complejidad al no tener experiencia en el género, pero me dejé llevar.
HB: ¿Qué han descubierto el uno del otro en este nuevo trabajo?
AB: Ya no puedo descubrir más de él. Eso sí, estoy contento por el crecimiento que hemos hecho, tengo la sensación de haber dado un paso más y el convencimiento de que podemos asumir muchos proyectos más de este tipo, estamos en un momento de madurez maravilloso.
BR: Yo algo que intuía, que hay un excelente actor en Andreu.
AB: Algo que parece una chorrada, pero es importante, fue quitarme las gafas. He construido toda mi carrera de 30 años en base a este señor, ‘el de las gafitas’. Quitármelas era un pequeño precipicio.
HB: ¿Qué tienen suyo los personajes a los que dan vida?
BR: Al final siempre hablas de ti. Nacho, mi personaje, podría ser una versión mía destrozada. La serie también habla de cómo funciona la maquinaria de la televisión, de cómo tritura a la gente. Recuerdo vivir la sensación de que me habían puesto una aspiradora en la boca que se tragaba todo lo que yo había construido con mi personalidad durante años. Además, nuestros personajes son alumno y maestro, algo que suena familiar cuando nos ves. Hay una sombra de uno sobre el otro que jugamos a que es insoportable, aunque no es la realidad.
AB: Yo no me identifico tanto. Pero sí conocí a algunos como Estrada cuando empecé en los 80.
HB: ¿Cómo es 'el otro lado' de Andreu y Berto?
BR: Somos bastante más serios de lo que uno se espera. A veces la gente se sorprende y lo confunde con aburrimiento. Somos bastante reflexivos, le damos muchas vueltas a las cosas, aunque en el trabajo seamos todo lo contrario.
AB: Somos los típicos que van a una fiesta y no son los que hacen las bromas, ante cierto estupor. Con la edad disfrutas cada vez más de la normalidad. Tenemos la suerte de que nuestro patio de recreo es el escenario.
HB: ¿Resulta cansado que se espere que siempre sean divertidos?
BR: Ya lo llevamos bien. La gente que nos conoce lo sabe. Mi suegro tardó en acostumbrarse. En las cenas familiares exclamaba: '¡Pero cómo puede ser que este tío esté aquí tan soso!'.
AB: De hecho, desconfiemos del comediante que cuando baja del escenario sigue igual. Conocemos algunos y resulta inquietante.
HB: Todo lo que hacen es un éxito, ¿cuál es el secreto?
AB: Éxito es un término confuso, que ruboriza. Prefiero prosperidad. No pensé que llegaría este momento, pero a mi edad ya empiezo a emocionarme por seguir estando en el ajo. Me digo: 'Llevas más de 30 años y todavía tiene sentido lo que haces, te escucha gente joven'.
BR: Para mí el éxito es algo que te hace sentir feliz en el momento en que lo estás realizando. El secreto no lo sé, sólo me guío por una cosa y es algo que viene de Andreu, la intuición.
HB: Estaremos de acuerdo en que su amistad sí es un éxito, ¿cuál es la clave aquí?
AB: Hay afinidad, cariño... Profesionalmente también ha funcionado, podríamos ser buenos amigos aunque no trabajáramos juntos.
BR: La clave es el respeto mutuo que nos tenemos desde el primer día. Nunca ha habido lucha de egos ni confrontación. Yo confío en él y él confía en mí.
Peluquería y maquillaje: Imma Capell. Agradecimientos al Hotel Almanac Barcelona.
