Que cada persona vive una batalla que desconocemos es un hecho que cada vez asumimos mejor. Desde que la salud mental comenzara a despojarse de tabúes y los medios de comunicación y las personalidades reconocidas del star system comenzaran a desvelar la importancia de practicar el auto cuidado, son muchas las lecciones que hemos aprendido en materia de bienestar emocional. Lo interiorizamos cuando Selena Gomez lanzó su documental hablando abiertamente sobre su bipolaridad, en el momento en el que Bella Hadid confesó padecer la enfermedad de Lyme, recientemente cuando Gisele Bündchen habló abiertamente de su depresión... y ahora con una de las confesiones más íntimas y valientes que ha realizado Naomi Campbell en el documental de Apple Tv +, The Supermodels.

En un generoso perfilado por el camino de las vivencias que catapultó a cada una de ellas a fama mundial en los años 90, el documental centra parte de su atención en algunos de los momentos más difíciles a los que se enfrentaron durante aquella época. Y, de todo este relato, una de las confesiones más impactantes es la de Naomi Campbell. Si bien siempre se trató de una persona polémica y se vio en numerosas ocasiones enjuiciada por su carácter violento, lo cierto es que ahora, gracias a las palabras que la modelo cede a esta producción, podemos entender mejor el duelo que estaba viviendo, una batalla que le llevó a consumir alcohol y drogas para tapar su dolor.

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De todos los aspectos que destaca, la modelo subraya dos fenómenos con los que le costó mucho lidiar. Por un lado, afirmó que un gran desencadenante de su abuso de sustancias fue el haber sido abandonada por su padre incluso antes de nacer, cuando su madre estaba embarazada. También señaló que la muerte de su amigo en 1997, el diseñador Gianni Versace (asesinado a tiros delante de su casa de Miami Beach), fue otro de los problemas que no supo gestionar: "Era muy sensible con mis sentimientos. Me empujaba a dar un paso fuera e ir más allá cuando yo creía que no podía hacerlo. Así que, cuando murió, mi pena se hizo más grande".

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THOMAS COEX//Getty Images

De esta vorágine de emociones, sumada a un ascenso de la fama avasallador, nació su adicción a los estupefacientes: "Cuando empecé a consumir, una de las cosas que intenté ocultar fue el dolor. La adicción es una gilipollez, de verdad. Piensas que va a curar una herida, y no lo hace. Puede causar mucho miedo y ansiedad".

Durante la grabación habla de varios de los diferentes episodios violentos que protagonizó, así como del momento en el que decidió apuntarse a rehabilitación para superar su adicción, que fue justo después de asustarse tras desmayarse durante una sesión de fotos en 1999, cuando ya llevaba cinco años consumiendo cocaína: "Siempre he reconocido mis errores. Decidí ir a rehabilitación. Fue una de las únicas y mejores cosas que podía hacer por mí misma en aquel momento. Da miedo coger el espejo y mirarse en él. Da miedo, y me ha llevado muchos años trabajar en ello y superarlo".

Ahora que echa la vista atrás, Naomi Campbell ya puede afirmar haber aprendido a gestionar los sentimientos de manera diferente, sin necesidad de recurrir a nada tóxico: "Intenté cubrir el dolor con algo. No se puede ocultar. Me estaba matando. Fue muy doloroso", concluyó.