En la actualidad existen numerosos tratamientos y productos que ayudan a tener una piel perfecta. Sin embargo, si hay uno que destaca sobre los demás y que cuenta con una larga trayectoria dentro del mundo de la medicina estética ese es el botox. Se trata de uno de los tratamientos más demandados de la actualidad gracias a su aplicación no invasiva. Pero, ¿sabemos lo que es? En su significado más clínico, se trata de una "neurotoxina que se elabora a partir de una bacteria denominada Clostridium butolinum". Pero, lejos de lo que piensan muchas personas, este medicamento capaz de modular la contracción muscular no se emplea para rellenar.

¿Qué es el botox?

Desde la Clínica Mira + Cueto las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto nos explican que “los neuromoduladores son el tratamiento estrella para iniciarse en los tratamientos que son tendencia en medicina estética porque los resultados son apreciables y favorecedores y, además, tiene una función preventiva que es fundamental". La acción principal del botox reside en la capacidad de modulación que tiene en lo que respecta al movimiento del músculo –que se encuentra relacionada con la dosis: a mayor dosis, mayor relajado– y en la fuerza y el tamaño muscular del músculo que se va a trabajar. Por esta razón, los músculos que tienden a ser más grandes y que tienen mayor fuerza necesitan de una mayor dosis para lograr el efecto que se desea. No obstante, pese a que sus efectos sean temporales y no definitivos, con su aplicación se logra educar las tendencias dinámicas del músculo a medida que se va repitiendo el tratamiento; esto sucede porque el conjunto de los músculos se habitúa a un equilibrio, lo que corrige y previene las asimetrías que puedan ir surgiendo con el tiempo.

¿Qué beneficios tiene el botox?

En lo que respecta a su uso, esta neurotoxina se utiliza, en la mayoría de las ocasiones, en tratamientos faciales para lograr un equilibrio más abierto y favorecedor de los músculos supresores (los que hacen que nuestra mirada parezca triste y apagada). Su inyección consigue, entre otras muchas cosas, mejorar la posición de las cejas, ampliar más la mirada, corregir las asimetrías y atenuar las arrugas que se encuentran en la frente, la zona del entrecejo y las patas de gallo. La Dra. Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira + Cueto, explica que “un tratamiento ideal con neuromoduladores nos debe aportar una mirada más abierta, alegre y rejuvenecida, con una buena posición de las cejas y de adecuadas proporciones, tratando de evitar expresiones negativas y por supuesto sin alterar la naturalidad del rostro”. Asimismo, añade: “Es importante puntualizar, que el fin último es modular la dinámica muscular para vernos más favorecidos y corregir tendencias negativas nada favorecedoras”.

¿Cuándo aconsejan los especialistas empezar a utilizar botox?

A pesar de la mayoría de pacientes esperen hasta que aparecen las primeras arrugas o líneas de expresión, lo cierto es que no existe una edad ideal o mágica para empezar a utilizar botox. "En su lugar, debes centrarte en tu piel y sus problemas. Una vez que empieces a notar que las líneas de expresión comienzan a aparecer, es cuando deben considerarse los neuromoduladores preventivos. Asimismo, dado que las infiltraciones con neuromoduladores tienen muchas indicaciones, se puede utilizar en múltiples zonas del rostro como la frente, el entrecejo, las patas de gallo, la sonrisa gingival y el dorso nasal", explica el Dr. Sebastian Podlipnik, especialista en dermatología.

¿Cuánto tiempo dura el botox?

Al igual que cualquier otro procedimiento estético, los resultados del botox no son permanentes y es necesario ir haciendo retoques cada 6 meses aproximadamente. Esto sucede porque con el tiempo, la acción de la neurotoxina desaparece y los nervios pueden volver a emitir señales a los músculos para que éstos se contraigan o empiecen a trabajar. No obstante, esta duración es relativa ya que depende del tipo de la contracción muscular basal y de otros factores personales.

Por ejemplo, el ello caso de que la contracción muscular sea normal o débil, el botox tiende a durar entre 5 y 6 meses, mientras que si la contracción muscular es hiperdinámica –el caso de los pacientes que tienden a gesticular con mucha frecuencia–, los resultados duran entre 4 y 5 meses. Por último, el en caso de la contracción muscular hipertónica,"esto se da en los pacientes que constantemente tienen contraída la musculatura facial y desde muy jóvenes presentan arrugas de expresión. Lo veo especialmente en el entrecejo y la frente. En estos pacientes los neuromoduladores tienden a durar un poco menos, entre 3 y 4 meses", añade el Dr. Podlipnik. Sin embargo, el especialista añade que también es común que los pacientes que lo aplican por primera vez perciban que los resultados no son tan duraderos, aunque esto va cambiando con el paso del tiempo y las sesiones.

¿Qué efectos secundarios puede producir el botox?

Aunque el botox sea uno de los fármacos más seguros en la actualidad y su técnica está muy perfeccionada, siempre existe la posibilidad de que los resultados no sean los deseados. Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) inciden en la importancia de que la técnica sea llevada a cabo por profesionales que conozcan en profundidad la musculatura facial así como sus funciones, pero que también dispongan de una habilidad especial para realizar infiltraciones en los puntos anatómicos adecuados. No obstante, existen ciertos efectos secundarios que hay que tener en cuenta antes de proceder con la infiltración del botox:

  • La caída del párpado: aunque se trate de una de las alteraciones más comunes, únicamente se presenta en un 3% de los pacientes que se han sometido a infiltraciones con botox en la zona del entrecejo. "Los neuromoduladores se difunde desde la zona tratada hasta los músculos elevadores del párpado, lo que provoca una caída de los mismos. Esta alteración suele darse con más frecuencia en pacientes mayores de 50 años y puede durar varias semanas", explican desde la AEDV.
  • Las asimetrías en las cejas: las asimetrías son consecuencia de una inadecuada aplicación del botox, por lo que el especialista debe abstenerse de inyectar la toxina botulínica en la parte central de la frente para evitar así que la ceja sufra una elevación generalizada. "La infiltración óptima es la que se realiza de forma superficial en los laterales del músculo frontalis y en las patas de gallo superiores, lo que provoca la elevación de las colas de las cejas", añaden desde la AEDV.
  • La sonrisa antinatural: otro de los efectos secundarios que puede provocar la infiltración de botox es la sonrisa antinatural. "En ocasiones, al realizar infiltraciones en el tercio inferior del rostro, los neuromoduladores se extienden hacia el músculo, lo que puede provocar ciertas asimetrías en la boca. El error está en inyectar una cantidad excesiva de este producto o realizar infiltraciones a nivel muy profundo. Otras, al inyectar mucha cantidad en las patas de gallo quedan afectados los músculos que hay bajo el pómulo, ocasionando una pérdida de volumen en la mejilla y una sonrisa poco natural. La solución está en no realizar infiltraciones profundas en la zona orbicular, en este caso", concluyen desde la AEDV.