No es casualidad que el corte bob haya ido escalando posiciones en las dos últimas temporadas hasta convertirse en el hairlook más demandado de los salones de peluquería. Este es un estilo que se identifica con la marcada estética de principios del siglo pasado y todo indica que será solo una de las características del próximo otoño-invierno que homenajearán a las mujeres más irreverentes de los años 20 del siglo XX, las flappers.
Este 2 de marzo le tocó el turno sobre la pasarela de la Semana de la Moda de París a la firma Rochas. La casa francesa rindió un tributo a la sastrería en sus propuestas de moda, las cuales adquirieron una imagen mucho más femenina a través de inteligentes mezclas con volúmenes. Charles de Vilmorin ha querido acentuar la puesta en escena de su colección con un maquillaje muy marcado que daba protagonismo al rostro de las modelos y recordaba a la estética de los años 20 del pasado siglo. Concretamente, han sido dos las características que han rememorado los icónicos maquillajes que lucían las flappers.
Por un lado, en muchas de las modelos se repite un look de ojos en tono gris oscuro que da mucho protagonismo al párpado inferior, maquillándolo intensamente. Esto no es algo del todo nuevo, ya que lo hemos estado viendo de manera más ligera con los eyeliners inversos que se convirtieron en tendencia a principios de temporada y que llevó, incluso, la reina Letizia. Pero este maquillaje es diferente, ya que no solo acentúa este área, sino que colorea la parte más externa del párpado superior y la lleva hacia abajo, consiguiendo esa mirada triste y melancólica típica de aquellos años. Para contrarrestar la oscuridad de este tono gris antracita se pone un toque de luz en la zona más baja del lagrimal con un poco de sombra en color marfil.
Con este tipo de maquillaje deberás tener especial cuidado si tus ojos se dibujan naturalmente hacia abajo o si tu párpado es encapotado -aquí tienes una solución para olvidarte de él-, pues este look acentuará ese efecto de ojo caído. Si es tu caso, trata de realizar el trazo que parte de la zona externa del ojo lo más recto posible en vez de hacia abajo. En cuanto a la sombra del párpado inferior, trázala lo más horizontal posible apuntando hacía la sien.
La segunda de las características que parecen recién aterrizadas de principios del siglo XX son los labios oscuros. Se escogen tonos borgoña muy saturados para colorear unos labios voluminosos y con el arco de Cupido muy marcado, otra de las señas de identidad estéticas de esta época. Para crear este maquillaje se emplean dos colores de la misma gama, uno más oscuro y otro más luminoso. Con el tono oscuro se dibuja el contorno de los labios de forma muy definida y se arrastra el color hacia el interior del labio. La zona central de la boca se colorea con el tono más luminoso. De esta forma, se consigue un labio con un efecto óptico de más volumen y un aspecto jugoso y relleno.
Son dos detalles beauty muy marcados por lo que lo ideal es seguir la pauta de la firma y apostar por uno u otro y no combinar ambos en un mismo look. De hacerlo, puedes escoger un gris más claro para los ojos y dejar todo el protagonismo a los labios vampy.
