¿Más tendencias con hashtag? Sí, pero en su defensa diré que ésta merece la pena. El #blorange (blonde + orange) es la primera gran tendencia en coloración de este 2017 y no podría ser más adecuada de cara a los meses cálidos. Aunque, para ser sinceras, no es un tono nuevo, sino del resultado accidental del ese tinte rosa que te echas en el pelo y que poco a poco se va desvaneciendo, dejando entrever el rubio de la decoloración que llevas debajo. También resulta de haber aplicado mechas en un tono melocotón a una melena dorada, pero sea como sea, consigue crear un halo de color entre tonos melocotón y rosa dorado que tiene a las millenials locas.

Y es que si eres de las que apuesta por un cabello monocromático, lo sentimos pero te vas a aburrir bastante porque precisamente lo que se lleva es todo lo contrario: los cabellos irregulares, con diferentes tonalidades, que juegan con las luces para conseguir una melena que parece que cuenta con vida propia. El balayage, el bronde o el rose gold, han sido las predecesoras de esta tendencia que, debido a su tonalidad cálida y juguetona, que va desde tonos más suaves como los pastel, hasta anaranjados más potentes, es tan impresionante que parece que estamos recreando una puesta de sol en nuestra melena.

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Ya que tenemos clara la teoría, a la hora de ponerlo en práctica ¿a quién favorece este color? Pues prácticamente a todo el mundo. Se trata de un tono cálido, que aporta mucha dulzura a las facciones. Como es una especie de un rubio cobrizo con matiz rosado, le va a sentar muy bien a las pieles más claras, como ocurre cuando apuestan directamente por un tono cobre, ya que les aporta el toque cálido pero muy luminoso. Pero existen tantas versiones de blorange que puede adaptarse a muchas tonalidades de piel, incluso a las morenas. Todo depende de tu estilo y de lo atrevida que seas. Con la raíz más oscura o degradado hacia las puntas, más naranja, más rosado, más rubio... E incluso si no te atreves a arriesgarte porque lo ves un cambio demasiado radical, puedes actualizar tu balayage, aportándole a la parte dorada un poco de rosa para crear ese tono melocotón, pero de una forma más sutil.

El mejor de los casos, para que dure más tiempo bonito conservando los matices rosados y naranjas, es apostar por una base de rubio claro. No tendría por qué ser un cambio agresivo con el cabello a no ser que se quiera decolorar una melena negra. Para evitar cualquier problema, lo mejor es hablar con tu peluquero sobre cómo tendría que ser el proceso de decoloración y qué tonos dentro de los dorados, los naranjas y los rosas se podrían combinar para que no sea necesario decolorar tanto, teniendo también en cuenta los colores que más favorecen a tu piel. Además se trata de un color que se adapta a todas las edades y estilos, ya que se puede trabajar de tantas formas que estaríamos siempre ante resultados muy personalizados y bastante únicos.

Así que si has decidido pasarte al blorange, solo te damos dos consejos: el primero es que te pongas en manos de un profesional, ya que ellos son capaces de conseguir el tono perfecto para ti, conjugando todos los factores de los que ya hemos hablado. Y el segundo es que, tras la coloración, mimes mucho tu melena si quieres que aguante bonito mucho más tiempo. Este tono, al igual que los cobres, los rojos y los naranjas, se oxida con bastante facilidad. Vas a ir perdiendo color poco a poco, pero la suerte es que irás pasando por etapas de degradado que tampoco son horribles (como ocurre con colores fantasía como el azul o el verde). Aún así, lávate el pelo con el agua lo más fría posible y utiliza champús libres de sulfatos y siliconas para conservar mejor los pigmentos de color.