Puede que algunos empiecen a pensar que lo de la belleza coreana se nos está yendo de las manos... ¡Pero es que es imposible no caer rendida ante todo lo que nos llega del país asiático! Su industria de belleza suele ser estar siempre en la vanguardia de la innovación y todavía estamos agradeciéndoles las sheet masks, las brumas y esencias faciales, las bb y cc creams y los formatos cushion, que se han convertido en nuestras últimas obsesiones. Pero no solamente se trata de ciencia; existe un mundo en internet de trucos caseros directamente salidos de los hogares y costumbres coreanas que están dejando boquiabiertos a medio mundo. ¿Y por qué? Pues por que funcionan. El último que hemos descubierto es el 'jamsu', una técnica que popularizó la youtuber coreana Yoon Charmi y que tienes que probar, sobre todo si utilizas maquillaje a diario, ya que va a cambiar tu rutina.

¿Qué es exactamente el 'jamsu'? El término puede traducirse como sumergirse o bucear, que es precisamente de lo que va la técnica. Se trata de un proceso que culmina al sumergir la cara en agua fría unos quince o treinta segundos (lo que tus pulmones aguanten, no es cuestión de morir por un maquillaje perfecto) para fijar el maquillaje. Aunque ese no es el proceso completo. Para empezar, maquíllate de forma habitual, aplicando primer, base y corrector como de costumbre. Las sombras de ojos, el rimmel y demás pasos los dejaremos para después del 'jamsu'. Una vez maquillada, aplica con una brocha una buena capa de polvos de talco (mejor si es talco para bebés) o de polvos translúcidos. Deja que se asienten en el rostro mientras que te recoges el pelo y, a continuación, sumerge la cara en un bol de agua fría durante unos quince o veinte segundos, lo que sería el 'jamsu'. Seca la cara con una toalla sin frotar o con un poco de papel absorbente y listo. ¿El resultado? Un acabado de piel de porcelana que está triunfando en las redes sociales y un maquillaje que aguanta en su sitio durante horas.

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La verdad es que la promesa de un acabado perfecto y sin la aparición de brillos a lo largo del día, es algo por lo que merece la pena meter la cara en agua fría, sobre todo en países con climas tan húmedos como Corea o Japón (de donde se supone que procede en realidad el truco). Eso sí, también debemos tener en cuenta que se trata de países donde las pieles suelen tener tendencia a ser grasas, por lo que puede no funcionar tan bien en otro tipo de pieles, sobre todo aquellas que necesitan un extra de hidratación y que pueden resecarse más con la aplicación de tanto polvo.

Por ahora, youtubers de todas las nacionalidades ya lo han puesto a prueba y sus veredictos no pueden ser más dispares. Desde las que lo dan por fraude, hasta las que lo alaban como un recurso perfecto, lo cierto es que el debate está abierto. Algunas personas que lo han probado afirman que el auténtico truco está en los polvos que se utilizan para cubrir la cara. Con ello, se realiza un proceso parecido al de la técnica de baking (dejar una capa de polvos 'cocinándose' con el calor de la piel para luego retirarla y conseguir un acabado casi aterciopelado e impoluto). Pero también se dice que el agua fría ayuda, por un lado a fijar mejor el maquillaje, y por otro, a que el acabado sea menos acartonado y más luminoso, ya que el agua actúa como agente hidratante en el proceso. Si no te puede el miedo a morir ahogada el tu tazón de cereales, haz la prueba y juzga tú misma.