10 brochazos para 10 maquillajes distintos: porque no todo vale
Las brochas y pinceles de maquillaje son un mundo a parte. Analizamos las características de las que no deberían faltar en tu neceser.
Muchas veces, ya sea por rapidez o por falta de herramientas, cuando nos maquillamos utilizamos muy pocas brochas específicas para ello: algún pincel suelto que tenemos por ahí de una paleta de sombras de ojos que lo traía incluido, nuestros dedos y, como mucho, una beauty blender por la que damos gracias cada día (aunque no la tengamos tan limpia como debiéramos). Las que apuestan por el maquillaje de batalla pensarán que tampoco se necesita mucho más, pero las fanáticas del arte del maquillaje saben que los acabados perfectos y el toque profesional dependen, más que de un buen producto, de la forma de aplicarlo. Y aquí las brochas y los pinceles tienen mucho que ver.
Cada pincel o brocha está específicamente diseñado para trabajar un área del rostro, aplicar un tipo de producto y conseguir un acabado. ¿Significa que no se puede utilizar una brocha de colorete para aplicar polvos compactos? No, pero el resultado no será el mismo. Por ello, la variedad existente dentro del stand de pinceles y brochas puede abrumar a más de uno y no resulta nada fácil decantarse por uno u otro. Además, como buenas herramientas de maquillaje, pueden resultar algo difíciles de encajar en el presupuesto pero merece la pena: cuidándolos como se merecen pueden durar toda la vida.
Por ello hemos querido reseñar aquellos en los que merece la pena invertir; es más, si te gusta maquillarte, hacerte con alguno de éstos debería estar entre tus prioridades.
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