Celíacos hemos conocido toda la vida, pero desde hace un tiempo, cada vez más personas se están apuntando a una dieta libre de gluten, sin haber tenido nunca ningún tipo de reacción adversa a su ingesta. Si no somos alérgicos, ¿por qué tanta gente decide no tomarlo? En el libro, The Gluten Lie, de Alan Levinovitz, el autor asegura que eliminar el gluten no tiene ningún beneficio real sobre nuestra salud y que las mejora en la calidad de vida de la gente que apuesta por una dieta gluten free es completamente psicosomática. De esta forma, se abre un debate que merece la pena ser consultado con los expertos en nutrición.

La doctora Mar Mira, de la clínica Mira+Cueto, nos ayuda a desentrañar el enigma. Lo primero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de gluten? Pues el gluten “es una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales, como el trigo, el centeno y la cebada. Está compuesta de gliadina y glutenina, siendo la primera, la responsable de la intolerancia al gluten que causa la enfermedad celíaca”, nos cuenta la doctora. “Además de su utilización habitual en la elaboración de pan, pasteles o bollería debido a la esponjosidad y volumen que produce, se utiliza en embutidos, helados, salsas e incluso en el recubrimiento de medicinas por dichas propiedades”. Viendo lo presente que se encuentra en nuestro día a día es normal que para los celíacos sea tan complicado encontrar alimentos sin esta proteína.

Pero como la mayoría de las cosas, el gluten tiene una función en nuestro organismo. “Los cereales integrales nos aportan mucha fibra dietética. Por ello el gluten es de fácil digestión y ayuda a las personas que sufren estreñimiento. Si eliminamos de la dieta los alimentos con gluten tendremos una alimentación deficitaria en fibra, si no se refuerza con otros cereales como el arroz integral, frutas y verduras o legumbres”. Pero entonces, ¿por qué ahora se recomienda evitar su ingesta para sentirnos mejor? Pues, según la doctora Mira, solo se trata de “una moda”. “Solo deben evitar su ingesta las personas diagnosticadas de enfermedad celíaca, debido a que les causa daño a la mucosa del intestino delgado. Si tras las pruebas médicas una persona no resulta ser celíaca, no hay ningún fundamento científico para evitarlo”.

Como nos sigue explicando la doctora Mira, “los que defienden este tipo de dietas se basan en que no nos hemos adaptado al consumo de trigo y por eso algunas personas tienen intolerancia al gluten”. Argumentos evolucionistas que llaman la atención cuando los cereales han sido base de la alimentación del ser humano desde hace miles de años y así opina también la doctora. “ Parece raro que se pueda explicar como un proceso de adaptación cuando se han consumido cereales integrales desde hace miles de años. No hay ninguna necesidad y ninguna evidencia científica que avale el que dejemos que ingerir alimentos con gluten”.