Mapa de flores para primavera
Se llevan las flores, pero no de cualquier tipo. Sólo las de colores y trazos básicos, de efecto papel pintado, estampan las prendas de primavera.
Un viaje a Finlandia durante sus primeros años como primera dama hizo que Jackie Kennedy se quedara prendada de las enormes flores de Marimekko. Meses después, la mujer del presidente posó con uno de sus vestidos en la portada de Sports Illustrated durante la campaña presidencial de 1960 y el resto es historia. No se le puede reprochar nada: el ideal alegre y colorista de la firma finlandesa son una auténtica declaración de intenciones hacia el optimismo gráfico y el espíritu lúdico de la moda, y este verano volvemos a verlo en las pasarelas en su máxima expresión.
¿Un mantra al respecto? Nada de volantes ni estampados excesivamente femeninos: la tendencia floral se sacude cualquier vestigio acursilado para definirse en siluetas gráficas, extrapoladas e incluso caleidoscópicas. Lo defiende soberano Nicolas Ghesquière en Louis Vuitton, mostrando a Marte Mei van Haaster enfundada en una chaqueta de hombreras ochenteras con un jardín de rosas y girasoles estampado y a toda una nueva generación de mujeres capaz de calzarse desde prendas con un jardín tecnicolor o un panorama que emula al pláncton submarino sin que resulte chillón (he ahí la maestría del francés).
Saint Laurent París en su versión psicodélica, Prada en relieve o Dries Van Noten en su vertiente romántica han hablado el mismo idioma, y lo más probable es que pronto su imperio vea la luz en las perchas de los gigantes textiles al alcance de cualquiera. Este año no podrán cortar las flores, y la primavera lo agradecerá más que nunca.
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