De los noventa salimos rechazando prácticamente cada una de las prendas que fueron tendencia en la década. Juramos y perjuramos que no volveríamos a vestir según que cosas, y mentimos. Mentimos porque, en los últimos cuatro años, hemos pasado nuestras promesas por alto y hemos rescatado, pasarela mediante, muchas de las cosas del armario de hace dos décadas. No todas, por suerte: algunas, como las medias cristal, transparentes y brillantes, nos negamos a (re)aceptarlas. Tanto daño hicieron que muchas, incluso, siguen bloqueando la entrada al cajón de lencería a las medias negras, sencillas, elegantes, clásicas… e inmensamente necesarias con las temperaturas que trabajamos entre noviembre y marzo, si se nos permite apuntar. Por suerte, Alexa Chung ha venido a salvarnos (una vez más) y tirar prejuicios por los suelos: ¿medias negras de fiesta? Claro-que-se-puede.

La británica las ha combinado recientemente con un vestido midi verde botella y de acabado brillante (en la fiesta de la marca The Vampire’s Wife en Londres, arriba), y con otro del mismo largo pero mucho más arriesgado, con escote palabra de honor y en color rosa palo. Y, aún así, el resultado es innegablemente bueno.

Dress, Clothing, Fashion model, Shoulder, Fashion, Cocktail dress, Pink, Fashion design, Haute couture, Waist, pinterest
© Getty Images.

A los pies, en ambos casos, Alexa Chung elige su silueta de calzado favorito: zapatos de estilo Mary Jane con tacón bajo y, en el caso del vestido verde, varias tiras en paralelo sobre el empeine.

Poco importa ya que en el street style de febrero las insiders salgan a la calle a menos muchos grados con zapato de tacón y las piernas al aire. La pasarela lleva ya algunas temporadas dando importancia a las medias (Balenciaga, Céline, Mulberry o Gucci las quieren este invierno) y esa es la única verdad que nos importa a la hora de elaborar nuestros looks para las próximas fiestas. Bueno, y la de Alexa Chung, claro.

Photography, Black-and-white, Smile, Gesture, Style, Performance, pinterest