¿Qué es el literal dressing? Pues algo así como vestirse para la ocasión adecuándonse a las circunstancias de la manera más gráfica posible. Sus mejores embajadoras son, como no podía ser de otra manera, la siempre correctísima Duquesa de Cambridge y su todavía más perfecta hermana Pippa Middleton, o al menos así parecen entenderlo en una reciente columna publicada por el Telegraph. La misma que explicaría que cualquiera de ellas escoja un vestido estampado con motivos vegetales para asistir a la inauguración de una exposición floral o un vestido de inspiración navy para acudir a un acto oficial en un puerto marítimo (sí, precisamente aquel dos piezas de Alexander McQueen). Vaya, lo que sería bordar el código de vestimenta. Tan apropiado como para que sea imposible que te equivoques, algo que nunca está de más cuando todo lo que te pones es noticia.
Igual que Bella Hadid cuando el pasado mes de junio acudía por primera vez como invitada a un partido del Roland Garros curándose en salud, o lo que es lo mismo: ataviada como una auténtica tenista. Algo parecido a lo que hizo Veronika Heilbrunner en una fiesta organizada a propósito de Wimbledon, tirando de clásico polo, eliminando así cualquier margen de error con su elección. En este sentido podrían servir igualmente de ejemplo las galas del MET y aquellas invitadas que se ajustan más o menos a la temática correspondiente. En eso es justamente especialista Rihanna, que lleva varios años dividiendo a crítica y público, este último, por apostar por un look sacado del archivo museístico de Comme des Garçons sin pasarlo por ningún filtro para adaptarlo a la alfombra roja. Ese mismo vestido en otro contexto, como los Oscar, hubiera tenido un significado completamente distinto.
Otra vertiente de esta tendencia pasa por una moda impulsada por varios diseñadores y firmas. Como por ejemplo Vetements. ¿Que no sabes lo que es una camiseta? Pues Demna Gvasalia te imprime la definición para que te quede claro. ¿Que lo que llevas puesto es una sudadera? Pues que lo ponga bien claro. Igual que Maison Margiela, que etiqueta cada una de sus piezas reeditadas al estilo ficha técnica con los datos específicos de cada prenda. O Sacai, cuyos bolsos de otoño-invierno 2017 vienen con una lista de lo que puedes o no puedes llevar en ellos estampada.
Más allá de lo estrictamente protocolario y la obsesión por lo textual, el literal dressing englobaría también el nuevo estilo de Jennifer Garner, a la que le dedican un divertidp artículo en Man Repeller a propósito de lo ¿excesivamente? informal de sus últimas elecciones off-duty: pelo mojado, ni gota de maquillaje, y prendas cómodas, pero de esas de estar por casa de verdad. Un look de esos que te pones, literalmente, cuando sales de la ducha y no tiene pensado ir a ningún sitio en especial. Vamos, nada de estudiadas fórmulas sino ropa de esa para ir a hacer recados con la firme convicción de que no te vas a encontrar a nadie conocido.
