Los mayores conflictos en la historia de la moda
De la rivalidad entre Coco Chanel y Elsa Schiaparelli al divorcio Balenciaga/Ghesquière, recordamos los conflictos más sonados de la industria.
De la rivalidad entre Coco Chanel y Elsa Schiaparelli al divorcio Balenciaga/Ghesquière, recordamos los conflictos más sonados de la industria.
1. Chanel vs. Schiaparelli
Elsa Schiaparelli, considerada una de las creadoras más influyentes de todos los tiempos, alcanzó la gloria en el París de los años treinta a partir de creaciones basadas fundamentalmente en el surrealismo. Colaboró con artistas como Dalí y Cocteau y sus vestidos se preservan como auténticas obras de arte. ¿Su eterna rival? Coco Chanel. La icónica diseñadora francesa, si bien legendaria, se encontraba bastante lejos de ser una santa. Su aversión por Schiaparelli, desmedida e injustificada, tomaba forma mediante declaraciones tales como "esa artista italiana que hace ropa". Su biógrafa, Rhonda K. Garelick, lo confirma: "Por supuesto que había rivalidad. En una fiesta, Gabrielle empujó a su 'pareja de baile' directamente contra un candelabro y Schiaparelli fue atrapada por el fuego".
2. Yves Saint Laurent vs. Karl Lagerfeld
En 1954 ambos compartieron escenario durante la final de The International Wool Secretariat, una famosa competición de diseño de moda. Yves Saint Laurent tenía dieciocho años y Karl Lagerfed veintiuno. Ambos ganaron. El primero se alzó con el premio al Mejor vestido y el segundo fue coronado en la categoría de abrigos. La competición entre ambos diseñadores tendría que haber terminado ahí mismo, pero no fue así. Alicia Drake, autora de The Beautiful Fall, un acercamiento literario al cosmos de Lagerfeld, intentó recoger información sobre los enfrentamientos protagonizados por uno y otro, pero el káiser evitó su publicación.
3. Yves Saint Laurent vs. Tom Ford
En 2009, tan sólo un año después del fallecimiento de Saint Laurent, Tom Ford concedía una entrevista a The Advocate en la que hablaba de la tumultuosa relación que vivió con el que otrora fuera su jefe. "Pierre –Bergé, el socio de Saint Laurent– e Yves eran crueles (...) Poseo cartas de Yves que son tan mezquinas que ni lo creerías", afirmaba. Ford, que se encargó de la dirección creativa de la firma YSL cuando fue adquirida por el grupo de Gucci en 1999, dijo sentirse apoyado por su jefe al principio, pero después recibió cartas con máximas tales como "en 13 minutos has destrozado sobre la pasarela 40 años de mi carrera". El resto, historia.
4. Hedi Slimane vs. Cathy Horyn
Era uno de los momentos más esperados y excitantes de la moda en los últimos años. Slimane debutaba como director creativo de Saint Laurent y Cathy Horyn, crítica de moda curtida en mil trifulcas, estaba vetada. Horyn aseguró que el veto de Slimane se debía a una crítica que ella misma realizó en 2004, en la que sugirió que las siluetas ajustadas y el estilo callejero que lo popularizaron en Dior tenían su origen en Raf Simons. El hecho de que Horyn no fuese invitada no impidió que esta hiciese su trabajo. Tras analizar la colección a través de las fotografías afirmó que era "ropa hecha por alguien que lleva mucho tiempo desconectado de la moda" y que "no había nada que aprender de ella". Slimane, en Twitter, se refirió a Horyn como "una matona de patio de colegio y comediante en ciernes".
5. Oscar de la Renta vs. Cathy Horyn
Oscar de la Renta presentaba su colección primavera/verano 2013. Un puñado de críticos acudirían al desfile para desmenuzarlo en sus artículos horas después. Cathy Horyn incluida. La conocida crítica de moda de The New York Times se mostraría impasible. Impasible y maleducada, pues tachó al modisto de estar más cerca ser 'un perrito caliente' que una eminencia del mundo de la moda. De la Renta se desquitó diciendo que Horyn no era más que "una hamburguesa rancia de tres años de edad".
6. Jean Paul Gaultier vs. Tim Blanks
Otra crítica, otro drama. Tim Blanks juzgaba la colección otoño/invierno 2013 del diseñador francés como de 'mercadillo'. "El Tim que conocía nunca hubiese hecho un ataque personal sobre un tema profesional", respondía Gaultier. "En el futuro, en lugar de aburrirte en mis shows, siempre puedes aprovechar el tiempo y revisar la historia de la moda".
7. Milan Fashion Week vs. New York Fashion Week
Y Nueva York creció y causó revuelos. "Cuando la Semana de la Moda de Nueva York comenzó había un solo show y ahora tenemos casi trescientos en ocho días", concedía Ruth Finley, responsable del calendario de NYFW a Fashionista."Ahora existe una saturación de shows que antes no". Una muestra de buena salud que no afecta favorablemente a otras pasarelas internacionales como la de Milán. Mientras que en París o Milán los horarios están escritos en piedra, con los mismos diseñadores en el mismo tiempo y en el mismo día año tras año, Nueva York es más democrática y la programación está sujeta a más cambios. Algo que, como es obvio, hace que muchos diseñadores se sientan frustrados.Un horario organizado es siempre garantía que los diseñadores puedan construír su show de forma correcta y obtengan la visibilidad que haga que su negocio crezca.
8. Naomi Campbell vs. Instagirls
Naomi comenzaba el año arremetiendo contra las nuevas generaciones de instagirls. Las redes sociales, que se han convertido en una herramienta crucial para el impulso de nuevas celebrities, son del todo ajenas a la icónica supermodelo. "Si tuviese que elegir, volvería a ser supermodelo antes que ser una de esas nuevas instagirls de la industria (...) Estoy muy orgullosa de haber llegado donde estoy por la vía convencional”, reconoció en un programa televisivo. Lo único que supera la suerte es el trabajo duro, y Naomi lo sabe.
9. Nykhor Paul vs. El racismo
Cuando una modelo negra se convierte en portada de una publicación de moda de renombre aparecen las estadísticas y, con estas, la evidencia de que el racismo es todavía una realidad. En 2013, Dior excluía a Jourdan Dunn de su desfile 'por sus pechos', tal y como lo hacía constar la modelo británica horas después en su cuenta de Twitter. Decía estar acostumbrada a exclusiones varias, muchas veces por motivos raciales. La red ardía. Las llamas se reavivaban hace unas semanas cuando la modelo sudanesa Nykhor Paul subía una imagen a Instagram para mostrar su desacuerdo con el hecho de que en los desfiles no apliquen base de maquillaje a las modelos negras. "Estoy harta de las disculpas por no tener trabajo ya que soy negra, y estoy definitivamente harta de disculparme por serlo. La moda es arte, nunca es racista y debería ser inclusiva para todos", escribía Paul, y la "querida gente blanca del mundo de la moda" aplaudía su valor.
10. Kendall Jenner vs. Enchufismo
Nacer y crecer en una familia cuya vida es retratada –y retransmitida– por la cadena televisiva E! desde 2007 no es tarea fácil. Por aquel entonces Kendall contaba con doce años. La vida de Kendall sin el resto del clan Kardashian pronto tendría el seguimiento mediático oportuno. Tras haber desfilado para firmas como Chanel, Marc Jacobs o Dolce & Gabbana y habiendo sido portada de una decena de publicaciones en los últimos dos años, Kendall ya es una estrella per se. Modelo y celebrity, y en ese orden. A razón de su 'enchufismo' ha sufrido bullying por parte de sus compañeras de profesión. El ataque más sonado lo hacía Binx Walton vía Instagram.
11. Jessica Hart vs. Natasha Poly
Otro sonado enfrentamiento fue el que se produjo entre las modelos Jessica Hart y Natasha Poly en un club neyorquino en 2012. Todo empezó cuando, en torno a las dos de la madrugada, Jessica Hart le gritó a Natasha Poly en la puerta del local: "¡Tu marido es un perdedor! ¡Que os jodan!". Tras semejante sentencia se inició una pelea que acabó con Pierre Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco y amigo de Hart, ingresado en el New York Hospital. Casiraghi sería dado de alta pocas horas después pero el bochornoso asunto figura ya para siempre en la red.
12. Ghesquière vs. Balenciaga
En 2012 Nicolas Ghesquière, uno de los diseñadores más destacados de su generación, abandonaba Balenciaga tras reinventarla. El diseñador y la casa francesa propiedad del grupo PPR confirmaban que la decisión había sido "de común acuerdo". Poco duraría la paz. La firma Balenciaga demandaba a Ghesquière, su director artístico durante quince años, por haber realizado duras críticas contra la maison. A raíz de unas polémicas declaraciones para la revista System, Ghesquière tuvo que enfrentarse a una querella judicial dispuesta por el grupo Kering, quien alegó el incumplimiento del contrato de confidencialidad del diseñador.
13. Armani vs. Cathy Horyn
Marzo de 2008. "Giorgio Armani no me quiere en sus desfiles", escribía Cathy Horyn al comienzo de un artículo para The New York Times. ¿El motivo? El diseñador italiano se había sentido "ofendido" por el tono de las críticas de Horyn sobre su colección. ¿No es contradictorio? El poder de la tecnología digital y la accesibilidad que presenta la moda en los últimos años, ¿no convierte en absurda la exclusión de un periodista de una fila de sillas? Sobre esto divagaba Horyn. Armarni prefirió no pronunciarse al respecto.
14. Armani vs. Dolce & Gabbana
En 2009, Armani acusa a Dolce & Gabbana de plagio, y Dolce & Gabbana se molesta. Los pantalones de la discordia: oscuros, anchos y ambos en tela acolchada. ¿Casualidad? Presentaban sus colecciones de otoño/invierno y ambas firmas disponían de una prenda similar – sólo una. "Ahora copian, mañana ya aprenderán", comunicó Armani al respecto. "Todavía nos queda mucho por aprender, pero no de él", respondían Stefano y Domenico. Quedaron en tablas.
15. Dolce & Gabbana vs. Elton John
Hace unos meses la firma italina volvía a situarse en el ojo del huracán. Domenico y Stefano, dueños y señores del imperio, arremetían contra las familias homoparentales en una entrevista para una revista italiana el pasado mes de marzo. “Úteros de alquiler” y “niños sintéticos” fueron algunos de los términos que emplearon para hacer referencia al ideal de familia que rechaza la tradicional. Elton John aprovechó la ocasión para celebrar el amor que sentía por sus hijos."Su pensamiento arcaico no es de estos tiempos, como su moda", escribió John. "Deberían avergonzarse por apuntar con sus dedos juzgando a la fecundación in vitro, un milagro que ha permitido a legiones de familias, tanto hetero como gay, alcanzar su sueño de tener hijos". Elton 1 - Homofobia 0.
16. Hervé Léger vs. Alaïa
Si por algo conocemos a Hervé Léger es por sus vestidos drapeados. El rojo de Louboutin, el bandage de Léger: señas de identidad. Según la moda y sus anales, Hervé Peugnet, quien trabajó una vez para Azzedine Alaïa, se fue con algo más que un poco de material de oficina a casa. Se llevó consigo la idea del vestido de vendaje, pieza central de su imperio. Poco tiempo después sería adquirida por el grupo BCBG Max Azria.
17. Tamara Mellon vs. Jimmy Choo
Hace dos años, durante una entrevista en el programa televisivo Today, Tamara Mellon revelaba que nunca había recibido un boceto de Jimmy Choo durante todos los años que habían trabajado juntos. "Ni uno solo (...) Jimmy Choo no ha diseñado un solo zapato", aseguraba. Mellon tuvo que aprender a ser cabeza y manos de una marca cuyo creador era "más un zapatero que un diseñador". A finales del año 2000, Jimmy Choo estaba obteniendo unos beneficios que superaban los tres millones de dólares al año. Dinero que Tamara nunca vió – no en las cantidades que merecía.
18. John B. Fairchild vs. Pierre Bergé
El fallecido John B. Fairchild, presidente y director editorial de Fairchild Publications, que publica WWD, vivió un sonado enfrentamiento con el diseñador Pierre Bergé. El desinterés de Fairchild por el trabajo del que entonces era director creativo de Saint Laurent hizo que este obligara a todos sus trabajadores a no hablar con los reporteros de WWD. "He aprendido que en la moda se ha de ser un poco salvaje", respondió Fairchild. Las luchas con la prensa siguen siendo constantes, más si cabe cuando se centra la atención en el contenido de las críticas antes que en la calidad de una colección. WWD supo responder muy bien a la actitud infantil del presidente de Saint Laurent.
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