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Este otoño se llevan los colores feos (muy feos)
Esta temporada se llevan las tonalidades más cenizas y pardas. Los suaves colores tierra le ceden su sitio al caqui y al topo pasando por los marrones en toda su gama, entre pinceladas de mostaza.
Este otoño los colores más fríos dominan la escena de moda. Marrones y verdes en sus tonalidades más parduzcas se imponen sobre las pasarelas internacionales en un ejercicio conjunto para que saquemos adelante la tendencia más deslucida de la temporada. Firmas como Loewe, Marni, Maison Margiela, Nina Ricci o Phillip Lim además de Ralph Lauren, Burberry o Dries Van Noten, apuestan o bien por looks monocromáticos -en este sentido celebramos la presencia de los siempre favorecedores verde militar y marrón chocolate-o bien por emparejar tonos tan apagados como difíciles de combinar; entre sí, o con colores más vivos aunque igualmente otoñales -de la misma gama suelen encajar muy bien los rojizos y los ocres- que rompan mínimamente con tan mustia dinámica. Por si no tuviéramos suficiente con manejar semejante paleta cromática, el más difícil todavía viene de la mano de estampados -print animal o los clásicos cuadros- así como texturas -lana, piel o el omnipresente terciopelo- que lejos de aligerar la fórmula, echan más leña a un fuego difícil de apagar.
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