No han salido a la venta y es posible que ya no te imagines ningún look de primavera sin ellos. Sobre todo si eres de las que entra diariamente en la web de Zara a revisar sus novedades -aunque solo las suban dos veces por semana-: son el zapato ubicuo por excelencia. Estos botines con estampado floral y caña elástica que se ajusta a la pierna, son el calzado definitivo desde que Zara estrenara catálogo a finales de verano, y eso que todavía no se han convertido en virales -como aquella famosa chaqueta amarilla-; ¿Cómo lo han conseguido? A base de dominar por completo su colección de temporada. Desde esta semana aparecen en la tienda online si bien no pueden comprarse todavía, aunque si dejas tu dirección de mail te avisan cuando estén disponibles, una técnica habitual para tantear el terreno y generar el mayor deseo posible: cuestan 49,95 euros. Algo más que las alternativas en colores lisos pero de idéntica silueta con las que comparten protagonismo.
No son un calzado fácil ni a priori carne de superventas, sobre todo cuando venimos de una época en la que los zapatos iban en una dirección completamente distinta, lejos de puntas y tacones finos; son más bien un producto de tendencia, de esos que pueden funcionar o no, de ahí que los hayamos visto combinados con todo tipo de prendas, para todo tipo de ocasiones, y en todas las modelos posibles, dándoles la máxima visibilidad para intentar sugestionar y convencer al grueso del público; el mismo que seguramente no sepa que este tipo de botas estilo calcetín son una de las apuestas en firme de las grandes firmas de cara a la próxima primavera. Más concretamente Balenciaga además de Fendi, Burberry y por supuesto Vetements así como Gucci, que le da una vuelta de tuerca a la cosa apostando directamente por calcetines de látex para llevar con sandalias creando un efecto trampantojo (algo así como lo que ya propuso Prada hace unos años en versión de piel).
Es Demna Gvasalia el que ha hecho de los botines y botas de Spandex su zapato estrella tanto este verano como el próximo otoño-invierno, tal y como hemos visto este fin de semana en su desfile parisino.
Las Knife son unas botas inspiradas en la ropa deportiva de los años ochenta que beben del universo fetichista. De tejido brillante y elástico, de punta plana y tan marcada que recuerda a un cuchillo afilado, y cuyo fino tacón toma la forma de un picahielos, vienen estampadas con claveles (la flor preferida de Cristóbal Balenciaga) y amapolas (un dibujo sacado de un traje de baño de archivo que data de la década los setenta). Su versión por encima de la rodilla -que también existe en forma de pantalón- en colores tan llamativos como el rosa o el violeta, es ya la favorita de prescriptoras de estilo como Gilda Ambrosio o Patricia Manfield, y en este caso es Mango quien se ha animado, de momento, a replicarlas.
