Casi todos ellos tienen que ver con el vestir -lo de comer y beber demasiado en las cenas de empresa y/o reuniones familiares hasta perder la compostura, es otra historia-. Es llegar mediados de diciembre y aparte de estresarnos con el tema de los regalos, o cómo vamos a repartir nuestro tiempo -y/o escaquearnos- entre casas de padres, hermanos, tíos o abuelos, nos trae de cabeza el qué ponernos. Un traer de cabeza relativo, todo sea dicho de paso. Y es que en el fondo las Navidades son la excusa perfecta para llenar nuestro armario de prendas de fiesta y ponérnoslas todas en un intervalo de menos de una semana.
- Arreglarnos a toda costa
¿Y por qué no? Ahora que la moda está cada vez más a favor del desaliño, no está de más que queramos “sobreproducirnos” y tirar, a conciencia, de todo cliché estilístico propio de estas fechas. Sin combinaciones alternativas ni inesperadas.
- Las tendencias más trilladas, en versión festiva
Si echabas peste sobre los shoulders-offo las mangas acampanadas…date. En Navidad todas las tendencias llegan juntas, revueltas, y en su versión menos pulida y más extremada. Y por mucho que lo intentemos, solemos caer de bruces tirando por tierra la resistencia llevada a cabo estoicamente durante el resto del año. Pero no te preocupes, es tontería, y en el fondo lo estabas deseando ¿o es que acaso se te había presentado mejor ocasión para combinar un calcetín de lana con unas sandalias tipo joya o probar aquello de la camiseta por debajo del vestido o del vestido sobre un par de pantalones?
- Ante todo: que brille
Es el recurso del que más abusamos. Lentejuelas, acabados metalizados -brocados y lamé- y este año, como invitado especial tenemos además al omnipresente terciopelo. Puede parecer letal combinado todo junto, pero si hay una época del año en la debemos jugárnosla y probar suerte en este campo, es esta. Incluso cuando se trata de incluir en un mismo look oro y plata, así, a lo loco. Y con la tendencia setenta y ochenta de vuelta este invierno le podemos sumar sin miedo a la cosa abullonados y volantes. A lo grande.
-Insistir en los detalles
Que si se nos va la mano con la bisutería; que si diademas, que si coronas, o no, mejor un sombrero o un turbante; que si todo se arregla con un buen par de zapatos; que si le copiaremos el peinado a no sé quién o que si ya de daremos el golpe de efecto al look con el maquillaje. Es acercarse Nochevieja y como sabemos que al final vamos a acabar reciclando el mismo modelito que el año pasado, nos da por ir picoteando este y otro accesorio; porque hay opciones por encima de nuestras posibilidades y es un ejercicio de lo más entretenido, porque no hay problema de tallas y además nos da la impresión de que nos sale más barato. Alessandro Michele está totalmente de nuestra parte en esto, así que...¡adelante, no te cortes!