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La historia de Calvin Klein en 20 imágenes
Es el padre del minimalismo norteamericano, de las grandes campañas de publicidad y del armario de toda una generación. Calvin Klein ha rozado la bancarrota, ha reflotado el negocio, ha desarrollado el sistema de licencias y ha diversificado su oferta con productos siempre coherentes con su filosofía. Desde 2003 la firma está en manos del conglomerado PVH, y los principales cargos residían en Italo Zucchelli y Francisco Costa. Con la salida de los dos diseñadores y el cambio en la estructura de negocio se abren las incógnitas de la sucesión. ¿Qué le depara a la firma que nos presentó a Kate Moss o que nos hizo querer mostrar la ropa interior? Como anunció la casa: la información, a su debido tiempo. Mientras, repasamos la historia de la firma y su legado en 20 imágenes.
Es el padre del minimalismo norteamericano, de las grandes campañas de publicidad y del armario de toda una generación. Calvin Klein ha rozado la bancarrota, ha reflotado el negocio, ha desarrollado el sistema de licencias y ha diversificado su oferta con productos siempre coherentes con su filosofía. Desde 2003 la firma está en manos del conglomerado PVH, y los principales cargos residían en Italo Zucchelli y Francisco Costa. Con la salida de los dos diseñadores y el cambio en la estructura de negocio se abren las incógnitas de la sucesión. ¿Qué le depara a la firma que nos presentó a Kate Moss o que nos hizo querer mostrar la ropa interior? Como anunció la casa: la información, a su debido tiempo. Mientras, repasamos la historia de la firma y su legado en 20 imágenes.
Calvin Klein
De 0 a 100 en apenas década y media, un logro a la altura del mejor bólido. Así despegó Calvin Klein con su firma de moda. En 1968 abrió la que era una casa especializada en ropa y abrigos sencillos; algo que las mujeres verdaderamente necesitaban. Y él estuvo al quite para ofrecérselo antes que nadie. Tal acierto se convirtió en tres premios Coty consecutivos (en 1973, 74 y 75).
En vistas del éxito imparable, la firma empezó a desdoblarse en infinitas líneas. Y entraron en tromba los beneficios monetarios. El podio de la gloria lo componían (y aun a día de hoy lo siguen haciendo): los perfumes, los vaqueros y la ropa interior. La firma apostó (muy) fuerte por las licencias, rozó la bancarrota pese a aguantar el tirón de la clientela y finalmente fue vendida a la corporación PVH –fabricantes de camisas y también propietarios de firmas como Tommy Hilfiger– en 2003.
"En publicidad, con lo que él hace, es el mejor". El piropo se lo dedicó el magnánimo Karl Lagerfeld; el alemán no podía estar más acertado. Calvin Klein ha sabido vender moda como nadie, al margen de su savoir faire. Él perfiló una estética y la explotó hasta el final, siempre coherente y sin traicionarse jamás. El público lo ha recompensado. Y para el resto de mortales su cometido ha supuesto la definición de la estética de finales de los 90 y la entrada en el nuevo siglo. © Getty Images
Francisco Costa
Francisco Costa (Minas Gerais, 1964) llegó a la casa Calvin Klein en 2001, después de trabajar estrechamente con Óscar de la Renta y con Tom Ford. Durante dos años lo hizo codo con codo con el fundador, y para 2003, cuando Klein resolvió retirarse, Costa fue el encargado de tomar el timón del diseño. Desde entonces, el brasileño ha ido explorando nuevos caminos para la firma sin fallar a la esencia. Eso sí, los suyos han sido unos derroteros por los que no habían pasado aun los pies de Calvin Klein.
Con Francisco Costa, la firma-icono del minimalismo en la década de los 90 viró hacia una propuesta más elaborada y arquitectónica; con algo más de chance para la paleta cromática y algún que otro discurso (más trabado de lo que acostumbraba Calvin Klein) tras la idea de cada colección. Después de trece años al frente de la división femenina, este pasado mes de abril se ha conocido la noticia: tanto él como Italo Zucchelli (el diseñador para las colecciones de hombre) abandonan sus puestos; quién les suceda será anunciado a su debido tiempo. © Getty Images
Italo Zucchelli
Lo mismo que sucedió con Costa en las colecciones para mujer, sucedió con Italo Zucchelli (San Terenzo, 1965) para las de hombre. Nacido y crecido en el noroeste de Italia, Zucchelli trajo a la casa, paladín de la simplicidad en las formas y estructuras, un nuevo aire más sofisticado y cargado de una nueva sensualidad masculina.
Lo que antaño fueron cuerpos famélicos y algo desgarbados, se han convertido gracias a Italo en escultóricas perchas sobre las que presentar propuestas de marcado carácter atlético y deportivo. Eso, sumado a un gusto por la sastrería de factura impecable, han sido los grandes pilares del legado de Zucchelli en Calvin Klein durante los 13 años que ha durado su paso por la firma. Ahora, a la incógnita de la sucesión hay que añadir la de sus próximos paraderos (el de ambos, Italo y Francisco). © Getty Images
Calvin Klein Jeans
La historia quedará para los manuales de marketing de futuras firmas de moda. Calvin Klein encontró la gallina de los huevos de oro: el denim. El diseñador fue el primero en añadir el nombre a la prenda, fue el primero en hacer del tejano una pieza de diseño y del denim un tejido revolucionario. Y remató la jugada con campañas míticas que aun a día de hoy nos sorprenderían.
Pero no todo fue un camino de rosas, porque la compañía empezó a atisbar el éxito en ventas del vaquero demasiado tarde. Lo externalizaron mediante licencias y para cuando lo quisieron reintegrar en la casa el "fenómeno del vaquero de diseñador" ya había pinchado. En cualquier caso, y con el timón empresarial en nuevas manos, se enderezó el rumbo y se confió de nuevo la producción externa a una firma que respeta los códigos de la casa tanto como la propio casa. © Getty Images
Calvin Klein Underwear
Entre las jugadas maestras que realizó Calvin Klein, la de la ropa interior merece un capítulo a parte. Primero, porque cambió el estilo de toda una industria en los Estados Unidos. Y después porque de allí lo exportaron al Mundo entero. Para empezar, el color, después la banda elástica con la firma –recuerden el chascarrillo de Regreso al futuro– y por último, el algodón más fino del mercado.
La jugosa licencia de la ropa interior (al igual que la de los vaqueros) se la llevó Warnaco. Una relación que en palabras de Tom Murray, actual CEO de la firma, es sólida y de confianza. Murray, entrevistado en 2011 por The BoF, afirmaba que es el producto más aspiracional que posee Calvin Klein, y que por ello le prestan la debida atención: innovando constantemente y acompañándolo de una potente campaña de marketing detrás para garantizar la cobertura necesaria. © Getty Images
Calvin Klein Parfums
Y la tercera pata de este fenómeno de ventas que es Calvin Klein, se la llevan los perfumes. Otra fantástica licencia –explotada por Coty– que ha reportado cuantiosos beneficios a la casa pero que además ha sido uno de los pilares en los que se ha apoyado la firma para hacer bandera con la publicidad. Los perfumes de Calvin Klein han sido otro de los grandes hallazgos; con imágenes sensuales y reveladoras y acertados claims. Las frases lapidarias en las campañas de Calvin Klein han jugado un papel magistral para la venta de frascos.
Además, a poco que se repase la historia de los lanzamientos, es palmario que en Calvin Klein tan pronto daban una de cal como en el siguiente lanzamiento una de arena. Si para Obsession todo era un alegato entre el amor y la locura, para Eternity la relación más fiel y romántica podía llegar a la eternidad. © Getty Images
Kate Moss
¿Qué fue antes el huevo o la gallina? Pues lo mismo sucede con Kate Moss y Calvin Klein (y la fama mundial). ¿Fue la marca la que dio salida a una preciosa niña londinense con ganas de ser modelo, o fue la maniquí la que con su mirada abrasadora y su cuerpecito fresco y joven encandiló al mundo?
En Calvin Klein, Kate Moss ha posado para todo: para los vaqueros, para la colección, para la ropa interior, para los perfumes, el maquillaje, los perfumes de hombre, etc. Y a las órdenes de Mario Sorrente, Herb Ritts o Steven Meisel. Pero en el recuerdo de todos, su papel como embajadora de la firma en Cannes 1997 de la mano de Johny Depp. © Getty Images
Justin Bieber
#mycalvins. Hasthag incluido. Toda una tropa de artistas, modelos, músicos y gente anónima de la calle se unen bajo el paraguas de la firma. Saskia de Brauw, FKA Twigs, Fetty Wap, Joey BadaSS, Kendirck Lamar, Kendall Jenner o Justin Bieber.
El niño dorado de la industria musical ya se tumbó sobre una cama revuelta con escasa ropa (calzoncillos sí, claro) y exceso de photoshop. El tandem revalida, de lo que se deduce que el resultado fue bueno, pero se añade nueva comparsa. © Getty Images
Kendall Jenner
Al fundador no le gusta la más "trabajadora" (si no la única) del clan Kardashian. Ya lo ha dicho, y lo podría repetir más alto pero no más claro. El propio Calvin Klein ha criticado abiertamente la elección de Kendall Jenner como modelo de la casa, al parecer "porque no está muy familiarizado con ellos" (con la familia Kardashian-Jenner).
Para Calvin Klein, la elección de una modelo nunca debería medirse por los likes ni los followers de sus redes sociales, algo en lo que discrepa de la actual dirección de la casa (propiedad, en la actualidad, del conglomerado PVH). Kendall mientras, va ya por su tercera gran campaña para la firma. La última, junto a otras colegas de postín, para mostrar lencería bajo el claim The Original Sexy. © Getty Images
Modelos de hombre
La masculinidad descubrió nuevos patrones con la publicidad de Calvin Klein. En un momento en que los altares de la moda parecían entregados por completo a la talla S en clave andrógina bajo el dictado de Hedi Slimane, la masa se abrazaba como una lapa al cuerpo pluscuamperfecto de Fredrik Ljungberg. El futbolista sueco rompió una lanza en favor de aquello que hoy conocemos como spornosexual. Insistimos: a Calvin Klein, con campañas de publicidad, no le gana nadie. © Getty Images
Universo Unisex
"Yo crecí con esta idea. Para mí, el universo unisex de Calvin Klein fue una gran fuente de inspiración y aun lo sigue siendo". Nada más ni nada menos que una primera espada del diseño de vanguardia actual, como J. W. Anderson, es quien admitía esta sentencia en conversación con Suzy Menkes para el portal digital de International Herald Tribune.
El verdadero gancho generacional llegó con CK One, una fragancia para un hombre y para una mujer. Adiós al género, bienvenida comunidad de seres. En 1994, justo el año del lanzamiento de Grils Boys de Blur –qué curioso, "girls who are boys who like boys to be girls, etc"– Steven Meisel disparó la campaña con la modelo de la casa en posición principal, pero junta y revuelta con una tropa de la que ya no se podía separar a nadie. © Getty Images
Christy Turlington
Guapa, inteligente, educada. Christy Turlington es sinónimo del estilo más refinado y la clase altanorteamericana, una modelo distinguida que ha estado presente en la casa durante mucho tiempo. El triángulo amoroso entre la modelo, el perfume y la casa de moda empezó en 1988, cuando protagonizó la primera campaña de Eternity. Desde entonces, casi 30 años después, el perfume ha seguido imbatible y Christy siempre al frente como imagen. En la última campaña, y por rizar el rizo, qué mejor que apostar por el consabido "la realidad siempre supera la ficción". Turlington ha posado junto a su pareja en la vida real, Ed Burns, como muestra de que existe el amor eterno. © Getty Images
Natalia Vodianova
Es uno de los grandes aciertos de Calvin Klein, hacer estrechas relaciones con las modelos de la casa para conseguir que en su papel de embajadoras resulten creíbles y cercanas en la firma de cara al gran público. Natalia Vodianova es una de ellas. La modelo rusa de gusto impecable, encontró en Calvin Klein una firma a la medida de su horma: una firma internacional con unos altavoces planetarios dispuestos a dar cobertura a su belleza aniñada y candorosa.
Aunque la modelo ha revalidado en la campaña Euphoria, ha sido también la imagen de las colecciones, vaqueros y lencería. Cuando se entra en el círculo de Calvin Klein todo son vasos comunicantes. © Getty Images
Lara Stone
Ella ha sido la última gran modelo de la casa, con un (jugoso) contrato para tenerla en exclusiva. La modelo con la diastema más deliciosa y el busto más repleto de cuantos pasean por las pasarelas, ha seguido fiel a la casa tras vencer el contrato. Perfumes, vaqueros y lencería han contado con su percha. © Getty Images
Las "celebs"
No es la primera firma que salta a la cabeza al pensar en la alfombra roja y en las celebrities de paso por ella. Pero las hay, y todas relevantes. El capítulo más sonado (y bizarro): el del robo del vestido de perlas que lució Lupita N'yongo en los Oscar. Afortunadamente, el mitómano ladrón –de la actriz o de la firma– terminó por devolver lo que no era suyo.
En la imagen Julianne Moore, Naomi Watts, Francisco Costa, Ronney Mara y Lupita N'yongo. © Getty Images
¿El futuro?
Cuando suena el tamtam, la rumorología se dispara y los comentarios empiezan a volar en estampida de una punta a la otra. Este vez parece que todos los dedos apuntan al genio belga, Raf Simons. Tras su abrupta y poco complaciente (al menos para la prensa) salida de Dior, Simons permanece en un limbo, en un letargo creativo del que parece que solo despertará para entrar en Calvin Klein.
Por un lado, Raf Simons ha ahondado en la imagen limpia, fresca, joven y vanguardista de líneas depuradas y sencillas; algo que casa –a la perfección– con la casa Calvin Klein. Por otro lado, parece ser que en Calvin Klein se pretende contar con una única visión que agrupe todo el cometido y convierta a la casa de nuevo en un referente global. Por tanto, Raf Simons no sería una propuesta descabellada porque ha demostrados, tras su paso por Dior, que él eso lo sabe hacer. Ahora bien, alguien que le apuntaba a Cathy Horyn la falta de tiempo para desarrollar bien las ideas en Dior, ¿cómo se las va a componer para hacer lo propio en Calvin Klein? (donde hay más líneas, y todas con mayor oferta de producto).
En cualquier caso, sea él o no quien tome las riendas, hay que reformular el negocio y replantear la estrategia de la firma. Imran Amed, director de The BoF, reflexionaba sobre el caso apoyándose en las palabras del propio Calvin Klein: "Hay lujo a muchos niveles; por tanto también a muchos precios. Pero para mí el verdadero lujo es la calidad exquisita que tenga determinado producto". Bien pues, y aquí va el consejo de Imran para Tom Murray, CEO de la firma: ¿por qué no reunir todos los eslabones de la casa y conseguir el mejor diseño para el producto, fabricado en materiales verdaderamente lujosos y conseguir que el rango de precios se proporcionado? Sin duda un proyecto muy ambicioso pero también muy interesante. © Getty Images
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