10 clásicos eternos, por Alicia Borrás
Impasibles al paso del tiempo, los clásicos estilísticos suponen un valor seguro. A los 70 años, ALICIA BORRÁS demuestra que la modernidad no es más que cuestión de espíritu.
Impasibles al paso del tiempo, los clásicos estilísticos suponen un valor seguro. A los 70 años, ALICIA BORRÁS demuestra que la modernidad no es más que cuestión de espíritu.
1. JUEGO DE DAMAS. Apuesta segura en el torneo del estilo, el binomio blanco y negro funciona las 24 horas del día. De la mano de estampados clásicos, la audacia la ponen los accesorios surrealistas.
Blusa y pantalón de seda con estampado de lunares de CH CAROLINA HERRERA, gargantilla y pulsera dorada y bolso de mano lacado en negro de UTERQÜE. En el rostro, base de maquillaje Teint Idole Ultra Cushion de LANCÔME.
2. LIBERTINAJE DIURNO. El barroquismo de María Antonieta y su corte, tendencia contundente en los desfiles de otoño/invierno, tiene su secuela en las colecciones de zapatos. El raso, las perlas
y los cristales despliegan sus armas de seducción también en los estilismos vespertinos.
3. PAREJA DE HECHO. Y de derecho. La camisa blanca y el pantalón vaquero conforman un tándem tan perfecto (y altamente probado) que igual interpreta el rol de artista bohemia que el de intelectual o ejecutiva.
Zapatos de salon Hangisi de satén de seda rosa empolvado con broche de perlas de MANOLO BLAHNIK. En la mirada, máscara de pestañas y delineador Grandiôse, de LANCÔME. Camisa de algodón con lazada y vaquero con estampado de topos de PEDRO DEL HIERRO, anillo Cesta de oro rosa mate con tanzanita de GRASSY.
4. EL ABRIGO DEL CLAN. Tejido de lana de origen escocés con significado social y hasta político, el tartán lleva siglos al capricho de la moda. Su regreso esta temporada viene rendido a cierta idea punk y ochentera, que admite mezclas de todo tipo.
5. DIPLOMACIA SANTORIAL. Popularizados en los años ochenta por el cine (de Wall Street a Armas de mujer), los tejidos de raya diplomática resultan imprescindibles cuando se trata de perfeccionar la tan manida estética masculina. Nota mental: las joyas (perlas, por ejemplo) atenuan su marcada severidad.
Abrigo de lana jaspeada de DKNY. Los ojos se han
delineado con el lápiz líquido Grandiôse de LANCÔME. Body de cuello alto, americana de lana negra y falda lápiz de raya diplomática de DKNY; collar de perlas marrones de TOUS.
6. EL DESCONCIERTO. En la década de los treinta, en un estudiado ejercicio de rebeldía, los hombres decidieron utilizar unos pantalones que no coordinaban ni con la chaqueta ni con la camisa (de ahí el nombre que recibieron, odd pants, pantalones raros). Un precepto estilístico que se revaloriza ahora, en especial cuando se trata de los colores negro y beis.
7. HORMAS FUERA. Los zapatos planos ya no son lo que eran. Las bailarinas, manoletinas,
babuchas y demás calzado sin tacón se visten de fiesta (con detalles metálicos, bordados o materiales exquisitos) para sus salidas en horario nocturno.
Chaqueta de lana fría, pantalón globo de crepé de lana y cuerpo de organza de GIORGIO ARMANI; guantes de napa negros de UTERQÜE, pendientes de oro blanco y amarillo con esmeraldas de TOUS. Bailarinas de ante negro con hebillas y esferas plateadas de MANGO. Colorete Cushion Blush Subtil de LANCÔME.
8. TELÓN DE FONDO. La suntuosidad del terciopelo, tejido que abriga el momento por antonomasia, alcanza su mayor dramatismo al teñirse de rojo burdeos. Una elección teatral para personalidades de rompe y rasga.
9. DANZAD, BENDITOS. La fecunda relación entre la moda y el ballet escribe un nuevo capítulo esta temporada. A los vestidos largos y plisados inspirados en Fortuny se suma un ejército de bailarinas, comandado por los diseños de Miuccia Prada para Miu Miu y los de Valentino.
Vestido de terciopelo de JUANJO OLIVA para EL CORTE INGLÉS, pendientes Venezia de hilo de oro
con piedra luna y cuarzos de GRASSY, brazaletes plateados de la colección Insignia de CH CAROLINA HERRERA. Base de maquillaje Teint Idole Ultra Cushion de LANCÔME. Bailarinas de tul y ante negras de CH CAROLINA HERRERA.
10. HACER UN TRÍO. La entente forjada con elegancia por el negro y el azul marino es otro de esos hitos atemporales de la moda al que, en este otoño/invierno, se suma otro de idéntico alcance en cuestión de maquillaje: el rojo de labios, más presente que nunca. El resultado es insuperable.
En los labios, Absolu Rouge en tono 132 de LANCÔME. Jersey de cachemir negro de DKNY, abrigo de lana azul marino de COMPTOIR DES COTONNIERS, collar de perlas blancas australianas de GRASSY
El vestido lencero blanco de Harper Beckham
El bolso más famoso de Jacquemus ya está en Zara
El bolso favorito de las francesas para primavera
Vuelve el cinturón ancho con tachuelas de los 2000
