¿Acabarán las nuevas tendencias con el tirón del 'street style'?

"Por fin algo que podemos ponernos para ir a trabajar". Así titulaba el New York Times uno de los collages de fotos tomadas por Bill Cunningham durante la pasada Semana de la Moda de Nueva York. Y es que donde antes veíamos estilismos imposibles construidos a base de piezas inaccesibles e incompatibles con el día a día de cualquier mujer, hoy hay looks tan normalitos que pasarían desapercibidos en cualquier otro lugar. Vaqueros como opción socorrida donde las haya, pantalones de chándal, abrigos clásicos, anoraks acolchados de esos como para ir esquiar, chaquetas deportivas que protegen del aire y del agua, pantuflas de andar por casa, zapatillas deportivas tan básicas que parecen todas iguales…teniendo en cuenta que las pasarelas se han apropiado definitivamente de los códigos más funcionales, parece normal que el street style haya rebajado su tono impostado y aproveche el tirón de lo práctico como tendencia. Algo que contribuiría a hacer más creíble el fenómeno si bien podría hacer que perdiera definitivamente su atractivo visto que parte de la gracia de todo este circo siempre ha sido el hecho de perseguir y retratar estilismos los suficientemente singulares como para llamar la atención.

De todos modos este es el momento perfecto para demostrar que la capacidad de convertir lo ordinario en extraordinario es tan fácil como nos lo hacen creer musas tan discretas como (la nueva) Miroslava Duma. En este caso la pasarela lleva la delantera y el reto lo tienen por la mano firmas como Vetements -los tejanos de Demna Gvasalia hechos a base de dos Levi's 501 cosidos el uno al otro han sido la prenda estrella de la temporada en las Fashion Weeks, y se ha agotado en todas partes a pesar de costar más de mil euros-; ahora falta que las otrora abanderadas de la originalidad y el estilo único demuestren lo mismo pero en la calle. Aunque lleven (casi) todas el mismo par de jeans.