Concepto previo a tener en cuenta: vestir de negro no es una cuestión de estilo, sino una forma de vida. Solo aquellos que se guían por la religión del culto a la ropa negra a la hora de vestir entenderán este artículo. ¿Eres de las nuestras? Entonces seguro que habrás vivido estas 10 situaciones a lo largo de tu vida. Pero, tranquila, no estás sola: Audrey Hepburn, Miranda Priestly y Victoria Beckham están de tu lado.
1. Sufres una leve crisis de ansiedad/ataque de pánico cada vez que alguien te invita a una boda porque, al parecer, ir de negro está mal visto.
2. Lo primero que haces cuando vas a comprar por Internet es aplicar el filtro de tu color favorito.
3. De hecho, eres tan consistente en tu elección estilística que ese culto al negro se ha extrapolado a tus amigos y familiares.
4. Eso sí, si te hubiesen dado un euro por cada vez que alguien hizo la broma al compararte con Morticia Addams...
5. Pero todas tus prendas combinan entre sí. ¿Quién se ríe ahora? ¿Eh?
6. No es de extrañar, te lanzaste a la tendencia monocromática nada más llegar a la ciudad y decidiste no mirar atrás nunca más.
7. Dicho esto, en ocasiones te lanzas al gris o, Dios no lo quiera, al blanco si ese día te sientes muy rebelde.
8. Y cabe decir que, además de ser la más elegante de la sala, no sufres por los problemas ocasionados por las manchas de comida o los derrames accidentales de vino tinto.
9. Eso sí, siempre llevas un rodillo atrapa pelusas en el bolso.
10. En definitiva, el dilema que Victoria Beckham sufre cada mañana para decidir qué LBD de Gucci se pone, es tu pan de cada día.
Vía: Harpersbazaar.com