Las campañas publicitarias de moda y el Photoshop van de la mano desde que ambos existen y conviven en el mismo universo. Actrices, modelos y demás protagonistas de dichas publicidades han alzado la voz, en los últimos tiempos, en contra de estos retoques. Tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, han sido numerosas las mujeres que han denunciado el uso excesivo del retoque en sus fotografías. Lena Dunham, Inma Cuesta o la cantante Zendaya son algunos de los ejemplos de rebelión contra esta deformación del cuerpo femenino.

Una de las firmas más criticada por el excesivo retoque de sus imágenes es Victoria's Secret. Si la marca de lencería ya es cuestionada por tener en sus filas a modelos que se alejan de la gran mayoría de las mujeres, con medidas irreales y, en ocasiones, criticadas por el exceso de delgadez.

Así, la firma multimillonaria vuelve a estar en el ojo del huracán; pero no por una campaña concreta o por la confesión de una modelo revelada en su contra, sino por una especialista que trabajó para la marca y que, ahora, revela los secretos de sus campañas.

Se trata de una mujer que ha hablado para Refinery29, a quien la web americana la menciona como Sarah para mantener su anonimato. Sarah, que durante años ha trabajado en las sesiones de fotos de campañas de moda (concretamente para la firma Victoria's Secret) habla del uso excesivo del retoque, incluso durante la propia sesión. Los retoques existían mucho antes que el Photoshop, se utilizaban para regular los niveles de luz pero, el problema vino cuando, al ver que podía mejorarse el fondo o la prenda, comenzaron a hacer lo mismo con los cuerpos. Sin embargo, Sarah cuenta que mucho antes de que esas imágenes lleguen a los ordenadores, los cuerpos de las modelos ya son irreales. Durante los sets, se utilizan rellenos (incluso en bikinis y sujetadores), extensiones y todo tipo de aditivos que hacen que cuando la prenda llega a nuestras manos (más aún a nuestros cuerpos) poco tenga que ver con las imágenes de campaña.

Pero lo más sorprendente es el uso del retoque posterior. Según asegura la protagonista de estas polémicas confesiones, no se utiliza para recortar o adelgazar a la modelo, de acuerdo con el pensamiento popular. Más bien, todo lo contrario; se les añade pecho, cadera y curvas en general, porque las modelos están demasiado delgadas incluso para esas campañas. ¿Por qué entonces no utilizan modelos de tallas más grandes? La respuesta de Sarah es delatadora: porque no vende. Las marcas ya probaron esto en otras ocasiones y la realidad es que sale más rentable retocar a modelos excesivamente delgadas que escoger otro tipo de mujeres.

El resultado final es tan irreal que parece imposible creer que siga existiendo a día de hoy. La especialista afirma que, es tal el retoque al que se someten, que muchas modelos ni siquiera se depilan porque en las axilas, por ejemplo, les eliminan la mancha que toda mujer posee en la zona hasta crear una imagen homogénea. Pero lo preocupante no es el caso concreto de Victoria's Secret sino, más bien, que este no sea un hecho aislado. Y, por supuesto, que la deformación de la realidad incremente los beneficios de las grandes firmas.

Con cada campaña polémica, estas firmas disparan sus ventas. Tal y como dice Sarah, el objetivo final de Victoria's Secret no es crear un estereotipo, sino vender el mayor número de prendas posibles. Y lo cierto es que la táctica les funciona. Entonces, ¿hasta qué punto es culpable la firma y no la sociedad? Una vez más, las redes sociales y su lucha por la normalización de todo tipo de mujeres no coinciden con la realidad. Definitivamente, lo #curvy y el #bodyshaming no son portadores de fortunas millonarias.