¿Recuerdas el vestido de novia de la duquesa de Cambridge? Sí, aquel (sencillísimo) diseño en color marfil y blanco satinado con escote corazón, cuerpo de encaje francés, manga larga, apliques y cola de tres metros de largo. Realizado a mano por la Real Escuela de Costura, el atavío lo firmó Sarah Burton, la directora creativa de Alexander McQueen.

Hoy la copla es otra. El británico The Mirror asegura que la diseñadora Christine Kendall es la verdadera responsable de la creación. “Kendall, quien opera desde un pequeño estudio en Hertfordshire, ha demandado a la casa de moda Alexander McQueen por una supuesta infracción de los derechos de autor. Ella afirma que el vestido de novia de Kate Middleton, creado por Sarah Burton, guarda más de una similitud con sus bocetos”. Según Kendall, sin sus dibujos “el vestido de Middleton no sería como es”.

Kendall afirma que envió varios borradores del vestido a la propia Kate meses antes del enlace, y declara que incluso recibió cartas de agradecimiento de la oficina del príncipe Guillermo.

En McQueen niegan las reivindicaciones de la diseñadora. Un portavoz de la firma comparte con The Mirror: “Estamos completamente desconcertados con la demanda (…) Sarah Burton no ha visto un sólo boceto de Christine Kendall. De hecho, no sabía de la existencia de Kendall hasta que esta contactó con nosotros. La querella es ridícula”.

Después de todo, en la creación del vestido (cuyo valor ronda las 40.000 libras esterlinas) tomaron parte decenas de personas. Burton es el rostro visible del, como se citó, “equipo de la Real Escuela de Costura en Hampton Court Palace” que lo creó.

El litigio no obstante sigue adelante. Kendall dice tener “las pruebas necesarias” para su triunfo.