El período interruptor que acechó el panorama en Dior entre la marcha de Raf Simons y la bienvenida a Maria Grazia Chiuri ha dado sus frutos. No para el belga ni para el italiana, sino para el hombre que sustentó la aguja entre períodos. Serge Ruffieux, que juntó a Lucie Meyer llevó las cuentas del atelier Dior hasta que Chiuri fue nombrada directora creativa en julio del año pasado, recibe ahora los réditos de sus nueve años. El francés es, desde esta semana, director creativo de Carven en sus colecciones de prêt-á-porter, accesorios y calzado. Tomará el testigo de Alexis Martial y Adrian Caillaudaud, que dejaran la firma en octubre sucediendo a Guillaume Henry.

"Estoy entusiasmado por comenzar en mi nuevo cargo, más aún por la afinidad real que me une a la señora Carven y su visión de la moda", arguye Ruffieux en el comunicado de prensa enviado por la firma. "Tengo muchas ganas y me siento muy honrado por tomar las riendas de una casa que entra ahora en un nuevo capítulo", zanja.

Serge Ruffieux (Ginebra, 1974) emprendió su paso por Dior bajo las faldas de John Galliano en 2008. Posteriormente, cuando en 2012 Raf Simons fue nombrado sustituto del gibraltareño, Ruffieux tomó el cargo de jefe del estudio junto a la también diseñadora Lucie Meyer. La actual carambola de uno propicia también los rumores sobre el devenir de su compañera, que suena con fuerza para liderar las colecciones de Jil Sander, que abandonó su firma homónima por tercera vez. Esto supondría la marcha tras el desfile de febrero de Rodolfo Paglialunga, su sucesor por el momento.