El imperio de Rihanna se revalúa constantemente. La cantante de 27 años es, más que intérprete, icono mundial, un status del que está aprendiendo a sacar partido. A comienzos de noviembre la cantante natural de Barbados fundaba Fr8me, una agencia encargada de proporcionar servicios de maquillaje, peluquería y estilismo a espectáculos y eventos de moda y publicidad. Semanas antes, Rihanna presentaba en el Macy’s de Brooklyn (Nueva York) su octavo perfume, RiRi; un proyecto empresarial que enlazaría con otro similar: en exclusiva para Refinery29, Rihanna anunciaba que más pronto que tarde desarrollaría su propia línea de productos cosméticos –“pestañas postizas, barras de labios…”–. Un nuevo propósito que sumaba a un extenso decálogo. En poco más de un año Rihanna ha colaborado con Balmain, sido imagen de Dior y ejercido de directora creativa de Puma, puesto que conserva desde hace casi un año.
La cantante, nombrada Icono de Moda en 2014 por el CFDA, demostraba así el poder de su autoridad –sólo en términos de publicidad acumula decenas de campañas para todo tipo de productos y firmas como Gucci, Armani, Nokia, Kodak, Nike e incluso Nivea–. La primera colección de Puma en colaboración con Rihanna veía la luz el pasado 14 de septiembre y en menos de tres horas, la pop-up store neoyorquina más importante de la compañía deportiva colgaba el cartel de ‘sin existencias’.
Era solo cuestión de tiempo que semejante éxito se tomara en correcta consideración. Hace escasas horas se anunciaba que Rihanna debutará con Puma en la próxima edición de Mercedes-Benz Fashion Week New York, programada para febrero. Aunque la noticia todavía no se ha confirmado formalmente, la cantante ha tuiteado un enlace a una subasta de Paddle8 que proporcionará al mejor postor dos entradas en primera fila para el espectáculo. ¿Precio de salida? 15.000 dólares.
