Tres años y medio después de su entrada en Dior, Raf Simons abandona el puesto de director creativo. El diseñador belga desarrolla su marcha en un comunicado de prensa enviado por Dior: "Ha sido tras una larga etapa de consideración que he decidido abandonar mi cargo como director creativo de la división femenina de Christian Dior. Es una decisión basada exclusivamente en mi deseo de concentrarme en otros intereses personales, incluidos mi propia marca, y la pasión que me producen otros terrenos fuera de mi ámbito laboral", concede. "Christian Dior es una compañía extraordinaria, y ha sido un enorme privilegio poder haber escrito algunas de las páginas de su magnífico libro. Quiero agradecerle al señor Bernard Arnault toda la confianza que ha depositado en mi, concediéndome la increíble oportunidad de trabajar en esta casa rodeado de un equipo maravilloso con el que uno podría soñar. También tuve la suerte en los últimos años de enriquecerme con el liderazgo de Sidney Toledano. Su gestión reflexiva, auténtica e inspiradora permanecerá como una de las experiencias más importantes de mi carrera profesional".

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La noticia, que adelantaba minutos antes del comunicado Cathy Horyn en un artículo para el New York Mag, ha pillado por sorpresa a un sector que últimamente vive acostumbrado a los vaivenes de abandonos en sus casas. Si Peter Dundas cambiaba Emilio Pucci por Roberto Cavalli, Stefano Pilati rescindía su contrato con Agnona y Alexander Wang abandonaba Balenciaga para centrarse en su propia empresa. No obstante, la noticia de esta separación llega después de un trienio fructífero para marca y creador desde que se uniera a la firma del conglomerado LVMH en abril de 2012. De aquella primera colección presentada entre jardines verticales y aplaudida por su reinvención de iconos como la chaqueta bar o la 'mujer flor', nacería una estética que hizo aumentar las ganancias de la firma en un 60% desde el año anterior, cuando John Galliano abandonó la firma entre el ruido del escándalo. Según informaba minutos antes de la confirmación Cathy Horyn, Arnault y Toledano habían intentado convencer al diseñador de que se quedara en la casa en otras dos ocasiones, antes de que éste tomara la última decisión. Sobre la cuestión de a dónde se dirigirá Simons de ahora en adelante, Horyn añade que el contrato que mantiene con LVMH le impediría mantener una relación similar en el próximo año, aproximadamente.

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