La invitada 'rara avis' de Ascot: 35 años repitiendo conjunto

Comprarse un vestido para un boda/bautizo/cena de gala nos recuerda el difícil dilema de si repetir o no estilismo. Para muchas es complicado que esto ocurra a no ser que haya pasado mucho tiempo, que la boda sea con gente diferente o que el vestido jamás se haya publicado en Facebook. En la era de la tecnología y de los álbumes de imágenes de Google –si eres una celebritie– tener el lujo de repetir un estilismo que te guste sin que te lluevan las críticas es algo impensable o que sólo se pueden permitir algunas.

Este último caso es el de la Princesa Ana de Reino Unido, que ha lucido el mismo estilismo que hace 35 años cuatro veces diferentes para acudir a las carreras de Ascot. Un traje en color amarillo mostaza compuesto por un vestido de estampado floral de Maureen Baker y un abrigo de doble botonadura dorada y corte midi de la diseñadora británica Susan Small que adereza con un tocado –que ha cambiado una sola vez–, broche, pendientes dorados y guantes en color marrón chocolate. Defendiendo a la princesa, no resulta tan descabellado repetir estilismo si tienes el mismo evento todos los años, porque ningún armario es infinito.

La regla más importante si se va a llevar lo mismo es cambiar los accesorios para darle un aire diferente, y la Princesa Ana también lo hace variando los broches de su extensa colección, aunque no se aprecia a simple vista. Entre los pendientes, también tiene sus favoritos: unos de diseño floral del anglo-italiano Andrew Grimo. Porque al fin y al cabo, presumir de tener la talla 10 inglesa (38/40 española) durante 35 años es algo que no pueden hacer muchas. Y la Princesa Ana lo sabe.