Cuando parecía que el asunto de los bolsos de cocodrilo de la firma no podía alcanzar un punto más álgido, la organización PETA contra el maltrato animal ha confirmado hoy la compra de acciones de Hermès en la bolsa de París, con la intención de "presionar a la compañía para que frene su venta de productos elaborados con piel de animales exóticos".

El origen de dicha polémica tuvo lugar el pasado martes, cuando la actriz y cantante Jane Birkin solicitaba a la maison francesa un cambio de nombre del bolso hecho con piel de cocodrilo tras enterarse de las prácticas que se utilizan en la producción del mismo. La preocupación Una reciente investigación de PETA alegó que una fábrica en Winnie (Texas) –que envía pieles a una curtidería propiedad de Hermès– emplea una serie de prácticas inhumanas para la fabricación del afamado bolso, incluyendo el sacrificio de animales que "todavía son conscientes y capaces de sentir dolor".

Birkin expuso su petición en un comunicado que compartía con APF: "Tras haber sido alertada de las crueles prácticas sufridas por los cocodrilos para la producción del bolso de Hermès que lleva mi nombre he pedido a la firma francesa que no emplee mi apellido hasta que sus prácticas respondan a las normas internacionales y mejoren sus prácticas de producción". Hermès respondía:"Jane Birkin ha expresado sus preocupaciones con respecto a las prácticas de sacrificio de cocodrilos. Este acontecimiento de ninguna manera afecta a la amistad y confianza que hemos compartido durante años (...) Una investigación está en marcha en la granja de Texas. Cualquier incumplimiento de las normas será sancionado y rectificado. Desde Hèrmes queremos especificar que esta finca no nos pertenece y que las pieles de cocodrilo suministradas no se utilizan para la fabricación de bolsos Birkin".

Pues bien, la reacción de Hermès no se ha hecho esperar y ha asegurado que "a pesar de haber mostrado su opinión sobre algunas de las prácticas para obtener la piel de cocodrilo, la relación de amistad entre la casa y la actriz no se verá en absoluto alterada por este hecho. Hermès respeta y comparte su conmoción, la cual también nos afecta desde que vimos las imágene de la semana pasada". El comunicado añade que se ha abierto una investigación que esclarezca de dónde se ha obtenido el metraje de la fábrica texana que apareció en PETA, y especifica que dicha planta de producción "no pertenece a la compañía, ni la piel de cocodrilo que sale de ella es en ningún caso la que deviene en los bolsos Birkin de la firma".