En febrero de 1965, el actor Steve McQueen se convertía en el primer hombre en protagonizar la portada de una revista de moda femenina. El legendario Richard Avedon se encargaba de fotografiar la cubierta de aquel número con el que Harper’s Bazaar volvía a salirse del guion para hacer historia. Un movimiento arriesgado del que este año se cumple medio siglo.

Lip, Cheek, Hairstyle, Skin, Chin, Forehead, Eyebrow, Collar, Happy, Facial expression, pinterest

Ese talante de osadía y espíritu audaz inherentes a sus páginas desde su nacimiento es el mismo que Harper’s Bazaar percibe ahora en la forma de hacer política en España, impulsada por una nueva generación de líderes de perfiles frescos, ideas propias, personalidad y, sí, atractivo que ha entendido que las fórmulas de comunicación “a la americana” pueden servir también aquí para vender sus programas. Un cambio de tercio en el que ya no hay territorios prohibidos, según se comprobó en las pasadas elecciones municipales y autonómicas y que sigue caldeando más que nunca el ambiente de precampaña actual.

A punto para las elecciones generales del 20 de diciembre, Harper’s Bazaar analiza este fenómeno en su número de diciembre, cuya portada protagoniza la modelo Irina Shayk. En un reportaje en las pásginas interiores, distintas voces de los nuevos y viejos partidos reflexionan sobre las novedosas fórmulas para acercar a los candidatos a una ciudadanía desencantada por los escándalos y el “sex appeal” de los nuevos políticos. Albert Rivera e Inés Arrimadas (Ciudadanos), Carolina Bescansa (Podemos), Alberto Garzón (IU/UP), Beatriz Rodríguez Salmones (PP) y Pedro Sánchez (PSOE), entre otros, opinan al respecto en un artículo que ilustra el líder socialista, que se atreve a recrear ante el objetivo del fotógrafo Félix Valiente para sus páginas interiores aquella icónica imagen con la que Steve McQueen y Harper’s Bazaar hicieron historia hace 50 años.