Cada vez que habla, sube el pan. El rapero Kanye West (Atlanta, 1977) acapara titulares constantemente. Los últimos, más polémicos que de costumbre, podrían llevarle a los tribunales. El pasado 3 de septiembre, West anunció en su cuenta oficial de Twitter que el casting de modelos para la presentación de la cuarta colección de su firma Yeezy sólo admitiría a “mujeres multirraciales”. Las exigencias étnicas del marido de Kim Kardashian levantaban ampollas de inmediato y las críticas a la exclusión del llamamiento afloraban. “¿Sólo mujeres multirraciales? ¿Eso incluye las de piel oscura o solo las de piel clara?”, tuiteaba un usuario. “¿No se permiten chicas blancas? Extraño”, replicaba otro. Las exigencias de West no dejaban a nadie indiferente.

Tras la polémica, ¿la denuncia? Después de que cientos de personas dieran por sentado que el rapero estaba discriminando a las mujeres negras con tal requerimiento, el site The Fashion Law añade que West violó la ley, y pide a la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos (la EEOC, Equal Employment Opportunity Commission en inglés) que tome medidas. El órgano, con sede en Washington, hace cumplir las leyes contra la discriminación en el trabajo. Según la web, la legislación considera ilícita “la negación a contratar o emplear a alguien a causa de su raza, color, origen, religión, sexo, edad, discapacidad o información genética”.

La duda es si el término “multirracial” se entiende como excluyente o no. Para la Real Academia Española de la Lengua, “multirracial” significa “que comprende o reúne varias razas”. ¿Entonces? “La especificación de West es innecesaria (…) al hacerla está siendo excluyente, discriminando, e incumple la ley”.

Ni West ni la EEOC se han pronunciado al respecto. Las opiniones son heterogéneas. Al final, los castings responden a las querencias de quien los convoca. A veces ganan las rubias, otras las pelirrojas y esta, las “de raza”, se entienda como se entienda.