Este 2015 George Lucas sustenta y celebra la estela de Star Wars. También la moda. El analista de Macquarie Securities Tim Nollen estimaba hace unos días que las ganancias en merchandising del nuevo episodio de la saga, Star Wars: Episodio VII - El Despertar de la Fuerza, podrían llegar a los 5.000 millones de dólares en el primer año, según apunta The Hollywood Reporter. Una cifra nada despreciable que pone de manifiesto el hecho de que el universo de Lucas dejó de ser una simple excusa fílmica para convertirse en un elemento cultural hace muchos años. Las principales casas de moda están alerta. Después de todo, merchandising y alta costura no son campos tan extraños.

En Milán, la pasada temporada de primavera-verano 2015, una diestra colección vaticinaba aquel parecer. La segunda muestra que Jeremy Scott ideaba para Moschino desde que fuera nombrado director creativo de la firma italiana en octubre de 2013, fiel a su querencia por la cultura pop americana, conquistaba a crítica y público revisitando un icono poderoso como pocos: el de Barbie –después haría lo propio con la también alegórica industria de comida rápida–. El rosa, la razón de ser de su propuesta. Inspirado por la célebre muñeca, Scott ejemplificaba el ideal de moda como sinónimo de reminiscencia. El concepto de logomanía se abría paso.

Blue, Yellow, Sleeve, Human leg, Shoulder, Joint, Style, Stairs, Knee, Sitting, pinterest

Hoy el diseñador natural de Kansas exprime la fórmula y presenta una colección en colaboración con la compañía japonesa de videojuegos Nintendo. Razón: Super Mario Bros cumple 30 años. Super Moschino, nombre que recibe el compendio de prendas, celebra la historia de Mario, Luigi y la Princesa Peach a través de camisetas serigrafiadas, bolsos y accesorios que insuflan vida al videojuego de plataformas diseñado por Shigeru Miyamoto en 1985.

La línea estará disponible a partir del próximo 5 de diciembre en el sitio web de Moschino así como en tiendas físicas seleccionas de todo el mundo.