Parece que la corriente Body Positive ha llegado a la moda, y lo ha hecho en forma de cambios. Al menos por parte de dos gigantes de la industria, LVMH y Kering, a quienes pertenecen marcas tan prestigiosas como Gucci, Saint Laurent, Louis Vuitton, Loewe o Céline, y que han dado a conocer en un comunicado su intención de mejorar las condiciones laborales de sus modelos.

"Respetar la dignidad de todas las mujeres siempre ha sido un compromiso personal para mí. Esperamos servir de inspiración a la industria", explicaba el CEO de Kering, François-Henri Pinault. De la misma manera, uno de los miembros del Consejo de Administración de LVMH, Antoine Arnault, publicaba a través de la página oficial de la empresa su compromiso con la iniciativa, asegurando que el bienestar de los modelos es de vital importancia, y que es su responsabilidad construir nuevos estándares para la moda.

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Tras la Semana de la Moda de París, quedó en evidencia la falta de seguridad que experimentaban los modelos en los desfiles, y los dos conglomerados decidieron unirse la batalla que ya emprendió Francia a principios de año con la ley que prohibía contratar a modelos insanas por dar imágenes poco realistas del cuerpo y propiciar el desarrollo de desórdenes alimentarios. Así como con la multa con la que el país francés amenaza a las revistas que no señalan si han usado photoshop. Y aunque todavía hay importantes figuras de la moda que se resisten a introducir cambios en la metodología tradicional (podemos recordar cómo la directora de Vogue UK, Alexandra Shulman, negaba la relación entre la talla de las modelos y los problemas mencionados), la carta de LVMH y Kering se ha situado a la vanguardia de una posible nueva etapa para la industria. Y empezará en las siguientes semanas de la moda, vigilada anualmente por un comité de seguimiento.

1. La salud es lo primero

Para poder desfilar, los modelos deberán presentar un certificado que garantice su buen estado de salud realizado, al menos, medio año antes de su entrega.

2. 34 para ellas, 44 para ellos, como mínimo

Se acabaron las tallas 32 y 42. Un dato que nos traslada al mes de mayo, cuando la modelo danesa Ulrikke Hoyer, que aseguró a través de su perfil de Instagram de no pasar un casting para un desfile de Louis Vuitton (firma que, por cierto, pertenece a LVMH) en Japón por tener tener la cara y el abdomen hinchados (con una talla 34). ¿Será esta una razón más para cambiar de estrategia?

3. Los menores de 16 años no trabajarán como adultos

Es decir, no podrán desfilar o ser fotografiados si en ellos representan a un adulto.

4. Y los menores de edad tendrán que cumplir otras reglas

Ni trabajarán por la noche (de 10 a 6 de la mañana) ni podrán trabajar o viajar sin la compañía de su tutor.

5. Atención a los problemas de los modelos

Los problemas que puedan surgir durante un shooting o un desfile podrán ser comunicados por parte de los modelos a un número de atención telefónica especialmente creado para ello.