Agárrese el www. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos asegura que la publicidad encubierta que hacen las bloggers es un delito, y es que el lector de esta clase de sites debe (y merece) saber que la recomendación de la bloguera no ha nacido de forma espontánea sino exigida.

La publicidad engañosa, recuerda la web The Fashion Law, es aquella que, de cualquier forma (incluida su presentación), "induce a error a los destinatarios y afecta a su comportamiento económico", bien con mensajes que contienen expresiones ambiguas, bien ocultando información importante (sobrecostes, cláusulas adicionales), bien silenciando datos fundamentales.

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Aimee Song, de Song of Style, ha hecho saltar las alarmas. Según la Comisión Federal de Comercio, Song anunció productos de la firma Laura Mercier sin dar cuenta de la retribución económica que estaba percibiendo. Julie Zerbo, creadora del site citado, cuenta que la ley establecida en la Comisión deja claro que cuando se está publicitando un producto o servicio hay que decirlo, algo que por ahora no es habitual en las cuentas de Instagram y en los blogs de las influencers de moda. Los lectores han de tener acceso "a la información que necesitan para tomar conocimiento de (compras) decisiones" y el resto de bloggers "merecen la oportunidad de competir en un mercado libre de engaño y prácticas desleales".

"El medio en el que se hace la promoción no importa", sostiene Zerbo. "Las normas de la Comisión Federal se aplican a las bloggers de la misma manera que se aplican a las entidades tradicionales (revistas, televisión)". Así, si una blogger está actuando en nombre de un anunciante, "lo que está compartiendo es una expresión comercial, y la expresión comercial, si es engañosa, incumple la ley".

El lucrativo negocio de hacer publicidad encubierta en Instagram se resiente.