Aires nuevos han entrado por la puerta de la moda patria. En España, a diferencia de otras pasarelas internacionales, la presentación de las colecciones resort ha tenido que esperar algunos años para subirse al tren y ponerse al mismo nivel que las marcas mundiales. El “¿por qué nosotros no?” fue la pregunta que debía rondar la cabeza de la nueva directora de la pasarela Mercedes Benz Fashion Week Madrid, Charo Izquierdo, cuya llegada a IFEMA ha sido un revulsivo para buscar nuevas oportunidades de negocio y prestigio del made in Spain. Una cuestión que, gracias al apoyo incondicional que Mercedes-Benz presta a la moda, el respaldo de IFEMA y la abertura de Daniel Gómez Korf, Brand Director de Palladium Hotel Group, a nuevas iniciativas, sirvió de germen para el nacimiento de la primera edición de Mercedes Benz Fashion Weekend Ibiza.
El objetivo estaba claro: dar una mayor visibilidad internacional a las creaciones bajo el sello made in Spain. Por ello, ¿qué mejor que hacerlo en el lugar que cada verano se convierte en la Torre de Babel más ecléctica del mundo? Y en este marco y bajo estas premisas, Ibiza era el place to be. Así que dicho y hecho. En solo dos meses, la maquinaria de MBFWM y sus patners in crime (véase, el Ushuaïa Ibiza Beach Hotel, Mercedes-Benz y, cómo no, los cinco diseñadores elegidos para la ocasión: Alvarno, Desigual, Teresa Helbig, Jorge Vázquez y Andrés Sardá) se puso en funcionamiento para conseguir que el sábado 8 de julio, justo al tras las pasarelas de la alta costura parisina, Ibiza desplegase su magia para acoger la puesta de largo de los primeros desfiles resort de la moda española.
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Ya se sabe que, en Ibiza, un vórtice de energía positiva lo alcanza todo. Así que, como por arte de magia, esta primera edición de la pasarela ha estado marcada por una energia que se escapaba incluso a la comprensión de quienes ya tienen muchas tablas en esto del hilo y la aguja. Mientras la pasarela flotaba sobre la piscina del hotel, en un improvisado backstage se cocinaba la verdadera magia de la noche. Si lo normal es que entre bambalinas cada creador guarde con celo sus propuestas, protegidas de los ojos curiosos, en Ibiza se han roto las normas. Y es que este particular backstage era común, abierto y únicamente dividido por los percheros con los looks de cada diseñador. Una algarabía de modelos, maquilladores (del hipercoordinado equipo de L’Oreal), diseñadores, periodistas, fotógrafos y relaciones públicas ponían la banda sonora al acto. Un momento ciertamente naïf, en el que experimentados creadores de la talla de Arnaud Maillard volvieron a esa esencia del compartir y trabajar como una "comuna fashionista". Porque por unos instantes, eso es lo que se vivió en el Ushuaïa Ibiza Beach Hotel, unas enormes ganas por aportar el savoir faire individual al éxito común.
Desigual fue la firma encargada de abrir la pasarela con una puesta en escena marcada por el estilo vintage y la nostalgia. La unión entre la enseña catalana e Ibiza viene de lejos y es muy estrecha. Tanto, que aquellas primeras prendas creadas por Thomas Meyer para conseguir dinero con el que dar la vuelta al mundo en 1984, comenzaron a venderse en la isla. Por eso, entre las 20 salidas de este desfile, capitaneado por Merel, la fundadora de World Family, se han podido ver piezas icónicas de los archivos de la casa con un avance de lo que será el otoño 2018.
Los looks de baño corrieron de la mano de Andrés Sarda. Como siempre, sus espectaculares mujeres ponen la nota de glamour al verano porque como señala la propia Nuria Sardá, "la playa es un momento muy social en el que todos queremos estar fantásticos". Teresa Helbig ha sido una de las que más se ha dejado influenciar por el escenario y ha dado forma a una colección repleta de vestidos mini y ricos tejidos con un elaborado trabajo artesano. Mallas metálicas, flores de piel y hasta un vestido de rafia,"como los que yo me hacía de pequeña, pero bien", según ha explicado Teresa, son la base de esta colección tan flower power que ha contado, por primera vez, con su propia línea de bisutería.
Las "niñas buenas" de Jorge Vázquez, como él mismo se refiere a las mujeres a las que se dirige, encontrarán una línea resort teñida de amarillos ciertos cortes setenteros. En su caso, él sí había realizado colecciones resort con anterioridad, pero esta era la primera vez que la presentaba en público. Una iniciativa con la que Vázquez asegura estar encantado.
Con la luna llena como testigo, Alvarno fue la firma encargada de cerrar la velada con un broche de oro. Un camino de fuego escoltaba a unas modelos vestidas con diseños de animal print pintado a mano (15 días se tarda en elaborar cada prenda), perlas, cadenas y transparencias. En la pasarela, en esta ocasión, había dos tipos de joyas, las reales de Chopard, y las metafóricas, unas sandalias decoradas a mano que llevan tras de sí un trabajo de más de dos meses, tal como ha explicado el propio Arnaud.
En definitiva, una noche mágica y cargada de buena energía, en la que MBFW Ibiza ha tenido el mejor de los debuts posibles y que cuenta, para la próxima edición, con el beneplácito no solo de los organizadores, sino también del público, las redes y los diseñadores.
