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De obviedades no tan obvias. Si hace unos días Kylie Jenner comenzaba una batalla contra el bullying en Instagram, los medios sitúan hoy un nuevo nombre en esa necesaria cruzada anti acoso que empapa el panorama actual: El de Em Ford. La ex-modelo y blogger de belleza con sede en Londres comenzó a compartir vía redes sociales fotos de sí misma sin maquillaje hará unos meses. Nada extraño, en principio. O sí. En un mundo obsesionado con compartir –o crear debates absurdos– su opinión sobre cualquier asunto, Ford obtuvo tempranas consecuencias. La ex-modelo, que lucha contra el acné –siendo referente para muchas chicas del www–, fue bombardeada duramente con todo tipo de comentarios desagradables. Esta, en vez de acobardarse, actuó: Ford decidió ilustrar la disparidad de opiniones con un vídeo que, a una semana de ser compartido, sumaba casi ocho millones de visitas.

"Cuando mi piel se volvió problemática el año pasado, decidí escoderme porque sentí que mi aspecto era inaceptable para los medios de comunicación", explica. "Fue entonces cuando me di cuenta de que necesitaba cuestionar cómo y por qué me sentía de esta manera". La venganza nunca motivó su mensaje. "Lo que me sorprendió y resonó en mí fue la forma en que muchas personas también se sentían de la misma manera, con temor a mostrar su verdadero yo, y eso era lo que quería abordar". Los más de 100.000 comentarios que recibió en sus imágenes –reuniendo atrocidades como "qué fea eres" o "das asco"– son ahora una nimiedad en comparación con el vuelco plural.

"Como sociedad, estamos tan acostumbrados a ver imágenes falsas de la perfección... El compararnos con estándares de belleza poco realistas hace difícil recordar lo más importante: cada persona es hermosa". Así zanja Ford el tumulto. Una lanza más a favor del antibullying.